El 1 de enero de 2026 no será un día cualquiera para la educación pública del sur de la provincia de Biobío. Ese día, el Servicio Local de Educación Pública (SLEP) Puelche asumirá oficialmente la gestión de 87 establecimientos educacionales distribuidos en siete comunas: Antuco, Mulchén, Quilaco, Quilleco, Santa Bárbara, Tucapel y Alto Biobío.
El traspaso incluye 67 escuelas y liceos junto con 20 jardines infantiles y salas cuna del programa Vía Transferencia de Fondos (VTF), lo que implica que miles de estudiantes y cientos de trabajadores de la educación pasarán a formar parte de una nueva forma de administración. La meta es fortalecer la educación pública desde lo local, con pertinencia cultural y territorial.
¿POR QUÉ EL CAMBIO?
La reforma que dio vida a los SLEP nació con la Ley N°21.040, que creó el Sistema de Educación Pública. Fue aprobada en 2017 y tiene como objetivo terminar con la municipalización de la educación, instaurada en la década de 1980.
Y es que durante más de 40 años, los municipios fueron responsables de administrar escuelas y liceos, en un sistema que terminó por agudizar las desigualdades: mientras algunas comunas lograban sostener buenos niveles educativos, otras carecían de recursos y arrastraban graves problemas de infraestructura y gestión.
Con los SLEP, el Estado busca retomar su rol como garante de una educación pública de calidad, por medio de la instalación de un modelo de administración común para todo el país, pero con capacidad de adaptarse a las realidades de cada territorio.
PREPARATIVOS Y DIAGNÓSTICOS EN TERRENO
Durante 2025, el SLEP Puelche trabajó intensamente en diagnósticos participativos. Se revisaron las condiciones de las escuelas, su estado de infraestructura, la conectividad, la dotación de personal y la gestión pedagógica.
También se escuchó a las comunidades, en especial a profesores, asistentes de la educación y apoderados, quienes plantearon sus inquietudes respecto de la transición.
Las reuniones con gremios docentes y asistentes han sido claves. De ahí surgieron compromisos en torno a la estabilidad laboral, la formación continua y la necesidad de mejorar las condiciones en sectores rurales y de difícil acceso, como ocurre en la cordillera del Alto Biobío.
CON PARTICIPACIÓN CIUDADANA
Una de las novedades de este nuevo sistema es la creación del Comité Directivo Local (CDL), un órgano que busca asegurar que las comunidades sean parte del proceso de toma de decisiones. Este órgano está compuesto por representantes de alcaldías, del Gobierno Regional, de municipios y de centros de padres y apoderados.
Para cumplir con estos objetivos, el servicio contará con equipos técnicos especializados en áreas como planificación, desarrollo profesional, convivencia escolar, inclusión, infraestructura y gestión financiera.
UN HITO PARA LA PROVINCIA
El SLEP Puelche será el primero en instalarse en la provincia de Biobío, lo que marcará un precedente para la región. En total, Chile contará con 70 SLEP cuando el sistema esté completamente implementado en 2030.
La subsecretaria de Educación, Alejandra Arratia, destacó que "este paso representa la consolidación de un sistema público más robusto, con identidad territorial y capacidad de respuesta a las necesidades locales".
Por su parte, el director ejecutivo del servicio, Héctor Otárola Jaramillo, afirmó que "este hito nos llena de responsabilidad y esperanza: estudiantes de siete comunas de la provincia serán parte de una nueva forma de gestión que pone en el centro la calidad, la equidad y la participación".
El camino no estará exento de dificultades.
La experiencia de otros SLEP instalados en el país ha demostrado que el traspaso puede generar tensiones con los municipios, retrasos administrativos e incertidumbre en las comunidades educativas.
Sin embargo, las autoridades locales esperan que el aprendizaje acumulado en los últimos años permita una transición más ordenada.
Los pilares de la Nueva Educación Pública
El SLEP Puelche se inspira en cuatro principios rectores:
· Participación y pertinencia territorial: respetar la diversidad cultural y geográfica del territorio.
· Calidad educativa: acompañar a los docentes y fortalecer los aprendizajes de los estudiantes.
· Equidad e inclusión: garantizar acceso y oportunidades para todos, especialmente en sectores vulnerables o aislados.
· Transparencia y probidad: velar por un uso eficiente y ético de los recursos públicos.
¿Qué ocurre con los déficit financieros?
El seremi de Educación de la región del Biobío, Carlos Benedetti, aclaró que la entrada en funciones de los SLEP el 1 de enero no implica que asuman compromisos financieros previos de los municipios.
En ese sentido, explicó que actualmente las municipalidades cuentan con herramientas entregadas por el Ministerio de Educación para enfrentar sus deudas, como los convenios de transición y el Fondo de Apoyo a la Educación Pública.