Buscan soluciones concretas ante paralización de liceo en Quilleco

Un total de 16 días han pasado desde aquel 04 de abril en que María Almendras, apoderada del sexto año básico del Liceo Bicentenario Francisco Bascuñán Guerrero, se contactó con el equipo de prensa para denunciar las condiciones en que los estudiantes deben asistir a clases. Acusaciones que iban de la mano de un petitorio de 17 puntos claves en los que se abordaba desde la reducción de estudiantes por sala hasta la mejora de la infraestructura del recinto de Quilleco.

La incansable lucha liderada por los apoderados desencadenó una posterior toma del liceo por parte de los alumnos. Medida que, según aseguró la presidenta del centro de apoderados del sexto año básico Magaly Balboa, "es diferente" a las agitaciones que se han realizado como curso.

Para aclarar esta situación diario La Tribuna se contactó Pamela Vallejos, delegada del sexto año básico, quien explicó que: "La toma de los estudiantes se provocó porque ellos exigieron cambios para mejorar las condiciones actuales en las que está el establecimiento. Para esto hicieron un petitorio con varios puntos (...) Durante la mañana de este jueves, se sostuvo una segunda reunión con los estudiantes movilizados por parte del DAEM, donde se entregaron las fechas de aplicación de las medidas propuestas".

PETITORIO Y ACCIONES FUTURAS

De acuerdo con el petitorio al que accedió el equipo de prensa, los estudiantes exigen un profesor para la asignatura de música, estufas en condiciones óptimas, mejoras en "fisuras" que presenta la estructura del establecimiento, mejoras en los espacios dispuestos para colación, mejoras en el proceso de entrega de alimentos al interior del recinto, reparación de goteras, artículos de higiene, lugares que protejan del sol y lluvia en los recreos, mayor dotación de microondas, extensión del horario de alimentación, estacionamiento para los buses, entre otras.

Al respecto, Carlos Mellado, jefe del Departamento de Administración de Educación Municipal (DAEM) de Quilleco, señaló que en el contexto de las movilizaciones de alumnos y apoderados se han sostenido diversas reuniones entre las que se han podido zanjar ciertos puntos.

En palabras de Mellado, "este martes se nombró, por fin, un profesor de música, el cual nos había costado mucho encontrarlo (...) En relación al tema de las estufas, se indicó claramente que ya están en proceso de limpieza por parte de los funcionarios del DAEM. A la par, las estufas que no están en condiciones pueden ser reemplazadas a través de los recursos de subvención escolar preferencial".

"Con respecto a las mejoras estructurales del establecimiento ya se presentó un proyecto de conservación al Ministerio de Educación por un monto que bordea los 277 millones de pesos. Además está en proceso de normalización la gran irregularidad cometida el 2019 donde se cambiaron los espacios físicos dividiendo el comedor para uso de biblioteca, la cual debe funcionar en el segundo piso de acuerdo con el plano original. Una acción que limitó la capacidad máxima del casino", complementó el jefe del DAEM.

REDUCCIÓN DE ESTUDIANTES POR SALA

Tal como lo evidenció diario La Tribuna en ediciones anteriores, uno de los principales problemas abordados por los apoderados en el inicio de las movilizaciones era la gran cantidad de alumnos en cada una de las aulas del recinto. "En los últimos años comenzaron a ingresar más niños al curso y en vez de dividir al alumnado en dos grupos, siguieron sumando hasta superar los 40 integrantes. Ahora somos el curso más grande de todo el liceo", aseveró en su momento María Almendras, apoderada del sexto año básico.

Frente a este punto, Carlos Mellado expresó que ante la solicitud de división del curso "no existe ninguna alternativa por un orden imperativo de la Seremi de Educación, puesto que, existe un instructivo de no normalizar el uso de los espacios físicos, no tan solo relacionado con el comedor y la biblioteca, sino que también el uso de otros espacios físicos que no son legales".

"De no existir la normalización urgente, no hay alternativa de creación de nuevos cursos. La idea es dejar todo normalizado durante el presente año, de tal forma de que el 2024 la resolución de capacidad del establecimiento apunte a la realidad. Y en el caso de que exista la necesidad de creación de nuevos cursos en el contexto que aumente la matrícula, con una nueva resolución y la normalización de todo lo irregular del uso de infraestructura, obviamente, habría solución", concluyó el jefe del DAEM de Quilleco.