Regístrate Regístrate en nuestro newsletter
Radio San Cristobal 97.5 FM San Cristobal
Diario Papel digital
La Tribuna

El huaso y la chilenidad que nos identifica

por La Tribuna

Chilenidad / Archivo La Tribuna

Cada 17 de septiembre, Chile celebra el Día Nacional del Huaso y de la Chilenidad, una fecha establecida por ley en 2010 para dar "un espacio de adecuado resplandor y engrandecimiento de la figura del huaso y de la chilenidad" en el marco de las Fiestas Patrias. Esta conmemoración reconoce la centralidad que ocupan el huaso, el campo, los símbolos patrios tradicionales y la música folklórica en nuestro imaginario nacional.

El huaso, jinete del campo chileno central, se consolidó históricamente como "la figura clásica de la tradición chilena", heredero del campesino mestizo colonial y del jinete andaluz llegado con la Conquista. Durante el siglo XIX y, especialmente hacia el Centenario de 1910, esta figura evolucionó de ser vista como simple "campesino mal vestido pero alegre y picaresco" a convertirse en "personaje viril, bien puesto, fuerte y ricamente vestido", encarnando "los valores de todo el territorio nacional" y "la tradición de esas tierras" hacendadas.

Como observa el historiador Sebastián Hurtado del Instituto de Historia de la Universidad San Sebastián, la mayoría de los chilenos celebran las Fiestas Patrias participando en fondas y ramadas "adornadas con los emblemas patrios y animadas por música chilena, generalmente con un aire de ruralidad evocado con nostalgia" desde la vida urbana. Para muchos resultaría impensable concebir un 18 de septiembre sin la imagen del huaso y la ambientación campestre.

Los símbolos patrios clásicos —la bandera, el escudo y el himno nacional— ocupan un lugar reverenciado en la cultura cívica chilena. Desde el siglo XIX, el Estado fomentó el culto a estos emblemas mediante la educación y las ceremonias públicas para afianzar el sentimiento de nación común. Según un informe del Consejo Asesor para la Cohesión Social, 85% de los chilenos declara sentir orgullo por la nacionalidad chilena, muestra de que el apego permanece fuerte.

La música folklórica ha sido otro pilar fundamental de la chilenidad tradicional. La cueca, danza nacional desde 1979, y la tonada campesina fueron elevados a símbolos musicales de Chile durante el siglo XX. Agrupaciones pioneras como Los Cuatro Huasos y Los Huasos Quincheros llevaron estos ritmos a la radio y los escenarios, y consolidaron la estética huasa en la música típica, con presentaciones que asociaron el imaginario sonoro al compás de la cueca con su característico chinchin y guitarra.

En el Chile contemporáneo ha emergido un resurgimiento organizado del folclor. El investigador Fidel Améstica destaca que "estas tradiciones son señales de un país que empieza a recuperar su memoria histórica y espiritual". Durante las últimas décadas se han oficializado nuevas efemérides folclóricas: el Día Nacional del Cuequero y la Cuequera, el Día del Folclor Urbano y el Día del Payador, todas celebraciones que "hablan de comunidades que empujan su visibilización y reconocimiento".

La identidad nacional, como explica Hurtado, "se basa en la continuidad de muchos de sus atributos y manifestaciones" tradicionales y funciona como un vínculo transgeneracional que cohesiona a la comunidad. Como reflexiona el historiador, "no hay otro momento en el que todos nos reconozcamos como integrantes de la misma comunidad como lo hacemos en las Fiestas Patrias".

Síguenos: Google News
banner redes
banner redes banner redes banner redes banner redes banner redes

¿Quieres contactarnos? Escríbenos a [email protected]

Contáctanos
EN VIVO

Más visto