Incertidumbre global y su impacto en Chile

La reciente escalada en la guerra comercial iniciada por el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha generado una inédita atmósfera de incertidumbre en la economía mundial. La imposición de aranceles adicionales a varios países ha tensado las relaciones comerciales internacionales y ha provocado respuestas contundentes por parte de los países afectados.

China, por ejemplo, ha manifestado su disposición a enfrentar esta confrontación comercial, declarando que está preparada para una "guerra de aranceles, una guerra comercial o cualquier otro tipo de guerra". Esta postura refleja la gravedad de la situación y la posibilidad de una escalada que podría afectar a múltiples economías interconectadas.

En este contexto global volátil, Chile no es una isla. Somos una economía abierta y dependiente del comercio internacional. Por lo mismo, nuestro país enfrenta riesgos significativos.

El economista Pablo Peña advierte que esta guerra arancelaria amenaza las exportaciones chilenas y genera incertidumbre en el mundo. Además, el director del Diplomado en Finanzas de la Universidad de Chile, Jorge Berríos, señala que productos clave como el cobre, la madera y los productos agrícolas podrían verse afectados, impactando directamente nuestra relación comercial con Estados Unidos y obligando a Chile a buscar nuevos mercados.

Sin embargo, en medio de esta turbulencia, el cobre ha alcanzado un máximo histórico, y el peso chileno se ha fortalecido frente al dólar, que ha vuelto a caer. Este fenómeno podría interpretarse como una señal positiva para la economía chilena, dado que el cobre es uno de nuestros principales productos de exportación. No obstante, es esencial analizar este escenario con cautela. El alza en el precio del cobre podría estar influenciada por factores especulativos o por una demanda temporal, y no necesariamente es una tendencia de largo aliento.

Además, la apreciación del peso chileno frente al dólar puede tener implicaciones mixtas. Por un lado, abarata las importaciones y podría contribuir a controlar la inflación. Por otro lado, encarece las exportaciones, lo que podría afectar la competitividad de nuestros productos en el exterior. En un entorno donde las tensiones comerciales pueden derivar en represalias y cierres económicos, como advierte el ministro de Hacienda, Mario Marcel, es fundamental mantener una política económica prudente y diversificar nuestros mercados de exportación.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha revisado a la baja sus previsiones de crecimiento económico mundial debido a la guerra comercial iniciada por Estados Unidos. Se espera que el PIB global crezca un 3,1% en 2025, una disminución respecto al 3,3% proyectado anteriormente. Esta desaceleración global podría tener efectos indirectos en la economía chilena, reduciendo la demanda externa de nuestros productos y afectando el crecimiento económico.

En conclusión, la estrategia comercial de Donald Trump ha sumido al mundo en una incertidumbre económica que no deja a Chile indemne. Si bien hay indicadores positivos como el alza en el precio del cobre y la fortaleza del peso chileno, es esencial abordar estos signos con cautela y prepararse para posibles fluctuaciones. La diversificación de mercados, la búsqueda de nuevos socios comerciales y la implementación de políticas económicas sólidas serán vitales para que Chile pueda navegar con éxito en este complejo de aguas turbulentas.