"Permisología" y grandes inversiones forestales

Una noticia publicada ayer en varios medios de circulación nacional sumó un nuevo elemento de preocupación al complejo momento que vive el sector forestal -y la economía en general del país- ya que la empresa Arauco anunció que el directorio de la compañía aprobó la construcción y puesta en marcha de la planta de celulosa de un megaproyecto ubicado en el estadio de Mato Grosso do Soul, Brasil.

Lo inquietante es que todo indica que esta decisión es el resultado del contraste existente entre la disposición y facilidades que encuentran grandes corporaciones para realizar inversiones en Brasil, versus las dificultades y la denominada "permisología" que hace un tiempo predomina en nuestra región y el país. Este concepto alude a la excesiva burocracia que enfrentan las empresas -no importando su tamaño, pues es algo que también sufren las pymes- al intentar sacar adelante un nuevo proyecto, debido a extensos plazos de tramitación, ausencia de coordinación entre servicios e ineficacia en los procesos, entre otros factores que terminan desalentando la inversión.

La iniciativa de Arauco en Brasil considera un monto de 4.600 millones de dólares, lo cual supera a lo invertido en el megaproyecto MAPA en nuestra región, tendrá una capacidad productiva de 3,5 millones de toneladas de celulosa al año y entraría en operaciones a fines de 2027.

La inversión es fruto de un acuerdo firmado en 2022 entre la empresa privada y el gobierno de Mato Grosso do Sul. El gobernador de ese estado, Eduardo Riedel, destacó que "será una instalación moderna, que generará empleo y oportunidades de desarrollo social y económico".

Se debe recordar que a este hito se suma lo ya anunciado en abril de este año por Empresas CMPC, que firmó un convenio con las autoridades de Río Grande do Sul para avanzar en la evaluación de un proyecto por 4.570 millones de dólares para levantar una nueva planta de celulosa. Frente a ese acuerdo, el gobernador del estado, Eduardo Leite, declaró que "damos certezas y seguridad para que inversiones tan relevantes como éstas puedan desarrollarse".

Como lo dejan de manifiesto las declaraciones de los representantes brasileños, es evidente que la disposición que expresen los gobiernos -y el Estado en su conjunto- puede marcar una gran diferencia a la hora de incentivar o no las inversiones privadas. Y en un escenario de crisis, con rubros especialmente afectados como el forestal, es importante revisar nuevamente la disposición que expresan las autoridades a todo nivel: comunal, provincial, regional y nacional, para no seguir viendo cómo grandes firmas deciden redirigir sus inversiones fuera del territorio chileno.