Combate local contra el crimen organizado

El llamado a "confiar en las instituciones" marcó la jornada en que las autoridades locales se reunieron para analizar el avance de la implementación del plan "Calle Sin Violencia" en Los Ángeles, oportunidad en que además dieron a conocer que a través de esta instancia se reforzará el combate del crimen organizado, especialmente en la capital provincial.

La preocupación expresada por autoridades como el alcalde de Los Ángeles, Esteban Krause, y la delegada presidencial provincial, Paulina Purrán, es una buena señal frente a una materia que, sin duda, es una de las temáticas necesarias de abordar en profundidad en la agenda pública local. Es así, porque afecta a uno de los ámbitos que más preocupa a la ciudadanía, como es la seguridad, y sobre todo porque los niveles de violencia alcanzados en los últimos años en la zona son impactantes.

Es valioso que se reconozca la importancia de trabajar en los barrios, con los dirigentes sociales, quienes suelen realizar una silenciosa pero muy importante tarea a nivel territorial, muchas veces arriesgando incluso su propia integridad para hacer frente a hechos delictuales que afectan fuertemente la calidad de vida de los vecinos, en su mayoría gente de esfuerzo y sacrificio que no comulga con aquellos que hacen del crimen una forma de vida y un lucrativo negocio.

En ese contexto, es muy importante que las instituciones respondan con eficacia y sentido de máxima urgencia a esa solicitud de confianza y que aquello se exprese de forma particular -por ejemplo- en el refuerzo de las acciones que lleven a buen puerto las investigaciones por delitos como el narcotráfico, garantizando especialmente la seguridad de quienes denuncian o testifican en estos casos. A ello se debe sumar la necesidad de una acción adecuada del sistema de Justicia, muchas veces también amenazado por las redes del crimen organizado.

Igualmente relevante es una tarea que aparece como fundamental en toda la experiencia internacional y donde las autoridades tienen también mucho que hacer. Se trata de la recuperación del espacio público, literalmente "tomado" en algunos barrios y sectores por la delincuencia y donde incluso para los policías es difícil realizar su labor. Es allí donde el Estado debe llegar con toda su fuerza, para avanzar tanto en el necesario control y persecución penal, así como en la puesta en marcha de acciones que fomenten el desarrollo social y la educación, reemplazados en algunos espacios por la denominada "narcocultura" que tanto daño hace cuando atrapa entre sus garras principalmente a niños y jóvenes.