Regístrate Regístrate en nuestro newsletter
Radio San Cristobal 97.5 FM San Cristobal
Diario Papel digital
La Tribuna

José Recabarren Apablaza

por La Tribuna

Escultura José Recabarren / Fredy Muñoz | La Tribuna

José Recabarren Apablaza es un nombre que debe ser conocido por un ínfimo porcentaje de la comunidad local, pese a que fue un angelino de fuste que brilló con luz propia en el complejo firmamento de artistas y creadores de la capital, a mediados del siglo pasado. Más en específico, fue un educador que destacó como escultor y artesano, que dejó huellas imborrables en generaciones de educadores. Fue un hombre de su tiempo que se relacionó con el mundo social y cultural de su época, compartiendo con creadores de las distintas manifestaciones del arte, como Pablo Neruda, entre otros.

Es que Recabarren nació en Los Ángeles en 1898, la tierra de la cual él siempre hablaba cada vez que podía en todos los círculos en los cuales se relacionó. Sin embargo, ya radicado en la capital, como sus propios descendientes lo reconocen, muy pocas veces pudo retornar a su pueblo natal.

Quizás ahí estribe la principal razón por la cual su nombre apenas haya sido conocido en Los Ángeles. A la fecha, existe un museo y una fundación que se han encargado de mantener y divulgar su legado. Fue gracias a la existencia de esas organizaciones que se generó el vínculo con la Corporación Cultural Municipal y la corporación edilicia que, en el marco de los 285 años de la fundación de la capital provincial, se descubriera una escultura que es obra de José Recabarrren. La pieza ahora engalana los salones del Centro Cultural, situado justo frente a la plaza de armas.

Es un necesario gesto que permite mantener relevar la importancia de su aporte a las artes escultóricas en la tierra de la cual era originario. Es una manera de decirle también a las nuevas generaciones que aunque parezca distante y difícil, acaso imposible, con perseverancia y talento se puede llegar muy lejos.

El caso de Recabarren se suma a la lista de personalidades de los distintos ámbitos del quehacer político, económico y social que fueron nacidos en estos suelos, que realizaron una labor fundamental pero que - tal como dice ese viejo adagio sobre que "nadie es profeta en su tierra" - han caído en el olvido.

Hay casos paradigmáticos. Carlos Dávila Espinoza fue Presidente de la República y secretario general de la OEA. Nunca antes hubo antes algún chileno que detentara semejante cargo internacional. Y fue angelino pero en su tierra, es prácticamente un desconocido. Ningún espacio público lo recuerda. O Ángel Custodio González, hijo de una modesta familia campesina del sector rural de Los Robles, que llegaría a ser un renombrado escritor y diplomático, además de catedrático de Literatura en la Universidad Católica de Chile.

Cuando restan 15 años para la celebración de los 300 años de la fundación de Los Ángeles, es importante hacernos cargos de nuestra propia historia para hacer justicia con todos aquellos hombres y mujeres que destacaron en algunas de las facetas de la vida, ya sea a nivel local, nacional o internacional.

Hay que ponerse manos a la obra para saldar esta gran deuda pendiente. Estamos a tiempo de relevar a quienes han sido capaces de trascender en la historia con obras, acciones y creaciones que son demostración de capacidad y talento, además de ejemplo para las generaciones futuras.

Síguenos: Google News
banner redes
banner redes banner redes banner redes banner redes banner redes

¿Quieres contactarnos? Escríbenos a [email protected]

Contáctanos
EN VIVO

Más visto