Calles sin violencia

En dos sectores de la ciudad de Los Ángeles se aplicará el plan denominado "Calles sin Violencia" que se implementará en 46 comunas del país, como parte de la Agenda de Seguridad Ciudadana impulsada por el Ministerio del Interior y Seguridad Pública, cuyo objetivo es reducir la violencia y el delito en las calles, fortalecer la prevención del delito y fomentar la convivencia pacífica en los espacios públicos.

Además de la capital provincial, las comunas que han sido incorporadas en este programa son las siguientes: Antofagasta, Arica, Calama, Copiapó, Coquimbo, Curicó, Iquique, La Calera, La Florida, La Pintana, La Serena, Las Condes, Linares, Los Andes, Macul, Maipú, Melipilla, Ñuñoa, Osorno, Ovalle, Peñalolén, Providencia, Puente Alto, Quilicura, Quinta Normal, Rancagua, San Antonio, San Bernardo, San Felipe, San Joaquín, San Miguel, Santiago, Talagante, Temuco, Valdivia, Valparaíso, Vicuña, Villa Alemana, Villarrica, Viña del Mar, Vitacura y Zapallar.

Cada una de estas comunas ha implementado medidas específicas para prevenir la violencia y el delito en las calles, como la instalación de cámaras de vigilancia, el mejoramiento de la iluminación pública, la promoción de la cultura ciudadana, entre otras acciones. Es importante destacar que la implementación de este programa depende de la colaboración de las autoridades locales y la participación activa de la ciudadanía en la prevención y solución de conflictos.

El proceso de selección de las comunas que participan en el programa "Calles sin Violencia" fue liderado por el Ministerio del Interior y Seguridad Pública, y se basó en una serie de factores y criterios, como los índices de violencia y delincuencia por comuna, sus características sociodemográficas (población, su densidad y el nivel de vulnerabilidad social) e infraestructura y equipamiento (estado de las calles, la iluminación pública, parques y plazas, entre otros).

Otro factor fue el compromiso de la autoridad local, así como la existencia de organizaciones de la sociedad civil y la ciudadanía comprometidas con la prevención de la violencia en la comuna.

Para que este programa funcione, es primordial el compromiso y colaboración de la comunidad, con su participación activa en la prevención y solución de conflictos en los espacios públicos.

El programa no solo debe ser una mayor presencia policial en sectores específicos, sino que debe complementarse con medidas como la instalación de cámaras de vigilancia, el mejoramiento de la iluminación pública, la promoción de actividades deportivas y culturales, entre otras. Estas medidas deben estar enfocadas en reducir las situaciones de riesgo que puedan derivar en la violencia en las calles.

Es necesario que el programa cuente con el apoyo de las autoridades y las fuerzas de seguridad, para garantizar el cumplimiento de la ley y la protección de los ciudadanos. Las fuerzas de seguridad deben ser eficientes y estar comprometidas con la prevención y combate de la violencia en las calles. Otro aspecto importante es que el programa debe ser sujeto a una evaluación permanente para medir su impacto y realizar ajustes necesarios.

En suma, el éxito de este programa depende de una combinación de factores que involucran tanto a la ciudadanía como a las autoridades y las fuerzas policiales. En consecuencia, la colaboración y el compromiso de todos los actores involucrados son clave para prevenir y reducir la violencia en las calles.