Humedales

Desde mediados de enero de 2020 que está registrada en la Biblioteca del Congreso Nacional de Chile la última modificación a la ley 21.202, cuyo objetivo es proteger los humedales urbanos declarados como tal por el Ministerio de Medio Ambiente, sea por su propia iniciativa o a petición del municipio respectivo.

Fue la manera en que el legislador está tomando medidas para el resguardo de esos ecosistemas que son fundamentales para la supervivencia del hombre y, por supuesto, para la vida sobre la tierra.

Es que se comprendió que los humedales, por una parte, nos surten de agua dulce, alimentos y recursos, y, por otro lado, amortiguan las crecidas y permiten la recarga de aguas subterráneas.

Además, son la cuna de diversos invertebrados y de aves, mamíferos, reptiles, anfibios, y una parada obligada para muchas otras especies que pasan por estos ecosistemas para tomar un descanso antes de continuar el rumbo.

Debido a nuestra extensa geografía, es posible el desarrollo de una gran diversidad de humedales. En el caso del sur del país, destacan los sitios ribereños, palustres, lacustres como lagos y lagunas, estuarios, humedales boscosos, marismas y turberas no arboladas, entre otros.

En Chile, se estima existen cerca de 40 mil humedales, y de estos, los continentales cubrirían el equivalente a 1,7 a 2,4 veces la superficie de la región Metropolitana. Si bien Magallanes agrupa la mayor proporción, la región del Biobío posee una alta representatividad.

Sin embargo, a pesar de toda su importancia por ser entornos fundamentales para nuestra existencia, el refugio de una rica biodiversidad y donde innumerables organismos dependen para sobrevivir, los humedales son uno de los ecosistemas naturales más amenazados y – por qué no decirlo - uno de los más ignorados del mundo.

En el caso de Los Ángeles, el humedal de El Avellano – que surgió como un tranque para la generación de energía a principios del siglo XX – ya tiene una protección legal, gracias a la presión de los propios vecinos que pugnaron para que ese espacio tuviera esa categoría. Ahora, es uno de los 14 lugares de esas características que cuenta con dicha protección en la Región del Biobío.

Sin embargo, el panorama es diametralmente opuesto el humedal de Cantarrana, situado en el área sur de Los Ángeles, es víctima de la despreocupación y de inescrupulosos que cazan las especies que ahí habitan (como los coipos) o que lo usan como botadero de todo tipo de basuras. Lo anterior se agrava por la ausencia de 

A propósito que este jueves 2 de febrero se celebra del Día Mundial de los Humedales, es importante relevar la importancia en la preservación de ese tipo de ecosistemas. Durante muchos años, simplemente se drenaban y se rellenaban, sin comprenderse cuántos perjuicios ocasionaba esa acción.

Es necesario que la autoridad – desde el ámbito comunal y regional – tome un rol más activo en la protección de los humedales así como en la necesaria educación ambiental que permita hacer conciencia en las futuras generaciones, pero también que la comunidad asuma su parte del trabajo para gestionar la preservación de estos lugares que son fundamentales para el medio ambiente y las personas.