Orgullo bureano

Fue un 28 de diciembre de 1861, al inicio de la administración presidencial de don José Joaquín Pérez Mascayano, cuando se fundó el fuerte que después daría forma a la villa de Mulchén, luego que se tomara de posesión de los terrenos cedidos por los úlmenes Huentruman y Ninpay.

Fue de las primeras incursiones del Ejército en la ribera sur del río Biobío, de la mano del teniente coronel Cornelio Saavedra Rodríguez, intendente de la provincia de Arauco y Comandante del Ejército de Operaciones.

A pocos años de la fundación del Fuerte, toma proporciones de pueblo y el 13 de octubre de 1875 se le da categoría de Departamento. El 30 de noviembre del mismo año se le otorga el título de ciudad.

En su tiempo, Mulchén fue capital de Departamento antes de la Regionalización, lo que le permitió contar con algunos servicios públicos y privados que la mantuvieron en un rango administrativo superior.

Sin embargo, en la segunda mitad del siglo pasado, la comuna de Mulchén comenzó a estancarse en su crecimiento poblacional. De la mano de la reconversión de la actividad agrícola a la foresta, paulatinamente, sus habitantes comenzaron a migrar hacia otras ciudades, como Los Ángeles, Concepción o, principalmente, Santiago. La perspectiva de mejores condiciones de vida seducía a los mulcheninos que dejaban su suelo natal para probar fortuna en urbes con mayor oferta de empleos y también de servicios, como salud y educación. Los censos de población daban cuenta de este fenómeno que se iba acentuando con el paso del tiempo.

Sin embargo, lo que fue una tendencia en las postrimerías del siglo pasado, en los últimos años se ha revertido de manera notoria y evidente. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), Mulchén cuenta con una población de 29 mil 627 habitantes (14.597 hombres y 15.030 mujeres), lo cual dejar traslucir un freno a esa migración.

Esa situación no es casualidad. Ha sido reflejo de una serie de acciones destinadas a convertir a la comuna de Mulchén en un polo de servicios que responda a las necesidades de sus residentes y también en quienes estén de paso. Además, se han generado las condiciones para el florecimiento de nuevas actividades económicas en las áreas de servicios, agroindustrial y de energía, lo que ha permitido la generación de nuevos puestos de trabajo, evitando que la población joven migre hacia otras latitudes. También está la mano de la inversión pública, con la pavimentación de caminos para comunicar zonas rurales, y la construcción de un nuevo hospital que reemplazará a la estructura que data de fines de la década de los 60.

En los 161 años de la fundación de la comuna de Mulchén (que se celebraron ayer), las perspectivas son muy halagüeñas, aunque también tiene muchos desafíos por delante, particularmente en responder a la demanda de viviendas y también en asunto de seguridad ciudadana.

Sin embargo, lo sustantivo es que de la mano de sus autoridades y vecinos, ese territorio de nuestra provincia de Biobío se la está jugando para ofrecer una mejor calidad de vida a sus habitantes, para que sus residentes puedan sentir genuino orgullo de ser bureanos.