Regístrate Regístrate en nuestro newsletter
Radio San Cristobal 97.5 FM San Cristobal
Diario Papel digital
La Tribuna

Zapato chino

por La Tribuna

En la jerga popular, un zapato chino es un problema

del que es difícil salir. Una dificultad, a veces autoimpuesta, de la que

cuesta librarse sin resultar con secuelas.

Estas semanas el Presidente Sebastián Piñera se ha

metido en un zapato chino luego de revelarse que sus hijos Cristóbal y

Sebastián participaron de la comitiva presidencial que viajó a China hace menos

de un mes. El hecho fue agravado con las explicaciones que dio a la prensa y

más tarde el pronunciamiento de la Contraloría General de la República sobre el

asunto.

Tanto el Presidente como su círculo cercano, y

también sus partidarios, han salido rápidamente a tratar de desviar el foco del

asunto señalando que no hay nada de malo que lo hijos del Presidente acompañen

un viaje. La respuesta es que no. No tiene nada de malo. Lo que se ha

cuestionado, y así  lo han hecho saber

los parlamentarios de la oposición, es que como personajes ligados a una

empresa, los hijos Piñera puedan participar de actividades de negocios que al

resto de los otros emprendedores les está negada por lo difícil que sería

conseguir esas reuniones en otro ámbito. Sacar provecho de la posición

privilegiada para el beneficio propio, eso es lo que se critica.

La estrategia de empatar con los problemas que tuvo

la presidenta Bachelet por el juicio de su hijo y su nuera en el Caso Caval

tampoco parece una respuesta convincente. En su momento eso fue condenado como

corresponde y no viene al caso estimar que da pie a actuar como se actuó.

Luego el Presidente y su gabinete han salido a

celebrar públicamente como una victoria el dictamen de la Contraloría, que sin

embargo solamente expresó que no hay marco legal establecido para juzgar la

conducta de ninguna forma. No establece inocencia ni culpabilidad, solo falta

de marco.

Ojalá los bajos

niveles de aprobación que se suman en este momento no pongan nerviosos a los

estrategas del gobierno. Sacar proyectos todas las semanas, con diferentes

nombres y medidas, ayuda poco si lo que se quiere es desviar la atención. Y

beneficia menos todavía a quienes supuestamente debe beneficiar. Mantener la

calma, responder a lo que se debe y evitar los empates con la oposición parecen

ser el camino más adecuado para salir lo más airoso posible del zapato chino

que dejó la visita al gigante asiático.

Síguenos: Google News
banner redes
banner redes banner redes banner redes banner redes banner redes

¿Quieres contactarnos? Escríbenos a [email protected]

Contáctanos
EN VIVO

Más visto