Editorial

La gobernadora no puede estar así de desinformada

María Teresa Browne, debe asumir su rol de máxima autoridad de la provincia, prepararse para entregar la información correcta a la opinión pública. Si no está a tono con lo que está realizando y diciendo el gobierno a nivel nacional y regional, su paso podría pasar inadvertido. Una crítica, pero constructiva. Sus mejoras, le harán bien a todos los que integran este territorio.

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Comienza la cuarta semana de la gobernadora de la Provincia de Biobío, Teresa Browne en el cargo, en donde ha podido instalarse y empoderarse de las distintas funciones que le corresponde ejecutar.

Quizás más allá de lo que la ley estipula, su presencia como representante del Presidente de la República, le exige aún más tener conocimiento de cada una de las acciones que está realizando el Ejecutivo y sus ministerios.

Por ejemplo, la semana pasada, el alcalde de Los Ángeles, Esteban Krause, planteó a los medios de comunicación su molestia por el retiro del Plan de Descontaminación Ambiental para la ciudad, que se venía trabajando hace varios años. Una medida que al realizarse de espalda a la comunidad y sus autoridades, genera un malestar total, ya que cada angelino está consciente de lo dañino que es el aire en la temporada de invierno, debido a uso de estufas de combustión lenta.

La Tribuna, frente al hecho, obviamente acude donde la máxima autoridad del gobierno en la provincia para pedir explicaciones, pero habiendo trascurrido varios días, Browne no tiene palabras al respecto.

Otro ejemplo. El viernes pasado, el INE entregó los resultados de los índices de empleo para la provincia de Biobío. Como ha sido siempre, la autoridad que ocupa este cargo, es la encargada de interpretar las cifras y proyectarlas a futuro. Nuevamente, a más de tres días de tener la documentación en su poder, no hay explicaciones.

Frente a la toma de decisiones para conformar su equipo de trabajo, también hay quienes la responsabilizan de no ser más determinante para negociar la salida de los operadores políticos del gobierno anterior para poder instalar a su equipo de trabajo como corresponde.

La ciudadanía, los medios y el mundo político se encuentran con los ojos encima de la nueva autoridad. Su predecesor, con todas las complicaciones que tuvo, generó un lazo importante con los motores productivos, sociales y gubernativos que con la actitud de la nueva líder, empiezan a generar suspicacias.

María Teresa Browne, debe asumir su rol de máxima autoridad de la provincia, prepararse para entregar la información correcta a la opinión pública. Si no está a tono con lo que está realizando y diciendo el gobierno a nivel nacional y regional, su paso podría pasar inadvertido. Una crítica, pero constructiva. Sus mejoras, le harán bien a todos los que integran este territorio.

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