Editorial

¿Qué tan malo hizo Cristian Fuentes?

Los rumores vertidos parecen una jugada al más puro estilo de House of Cards para dejar en el cargo a los de siempre y no permitir que los jóvenes puedan participar de estos importantes desafíos.

El nombramiento de gobernador de la provincia de Biobío nuevamente desata una polémica al interior de la centroderecha, coalición que tiene un gran porcentaje electoral en la provincia, pero que insiste en caer en disputas absurdas que nada tienen que ver con aportar al bien común de la sociedad.

El Presidente de la República electo determinó que Fuentes, de 31 años y representante del Partido Regionalista Independiente, fuera el gobernador. Independientemente de que muchos habrían querido ocupar ese sitial, hoy toca que la UDI, RN, Evopoli y el PRI demuestren que pueden superar los errores del pasado que los han llevado a fracasar políticamente en esta zona, con excepción de la última presidencial.

La centroderecha, como una clara forma de sabotear el nombramiento, contacta a uno de los medios de prensa más importantes del país para echar a correr el rumor de que el designado gobernador sería sacado a sólo horas de haberse reunido con el nuevo intendente. La razón: señalan que Cristian Fuentes habría apoyado la candidatura de Alejandro Guillier. Cuando una persona actúa de forma republicana, no puede sentarse sólo con los que piensan igual a él, lo correcto es trabajar codo a codo en los puntos de consenso para cumplir con el rol de quienes son elegidos para el servicio público.

¿Acaso Luis Barceló es de derecha por haber recibido constantemente en su oficina a representantes de los gremios o de la derecha para analizar temas de desarrollo? Por supuesto que no.

Los rumores vertidos parecen una jugada al más puro estilo de House of Cards para dejar en el cargo a los de siempre y no permitir que los jóvenes puedan participar de estos importantes desafíos.

Chile Vamos debería aprender un poco de la centroizquierda y hasta de la izquierda más dura, que ha permitido que personas como Carol Cariola, Giorgio Jackson, Gabriel Boric, Camila Vallejos y Jorge Sharp puedan representar a un sector desencantado de la política.

La derecha debe unirse en la provincia y dejar de actuar tan absurdamente. El poder, como viene, se va y lo que queda es el buen trabajo que se puede hacer o el legado positivo que se deja en un territorio. Si se busca alcanzar los cargos solo para ubicar a unos pocos, el sentido se pierde.

Es como si los trabajadores de confianza política del actual gobernador de la NM no quisieran dejar sus funciones el 11 de marzo. Claramente, habrían llegado sólo por el sueldo y no por contribuir desde su ideología a cambiar para bien la vida de las personas.

La ambición por el poder o el dinero no puede interponerse al verdadero rol para el cual la ciudadanía elige a un respectivo gobierno. Aportemos un poco de decencia, y la derecha respete las decisiones de su presidente y dejen el odio y la envidia de lado.

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