Las Fiestas Patrias son tradicionalmente una de las festividades del año en que el consumo se dispara en Chile. Restaurantes, hoteles y servicios turísticos suelen experimentar un repunte en sus ventas gracias a la mayor disposición de las familias a gastar en celebraciones, viajes y actividades recreativas. Este 2025, sin embargo, el panorama fue más mesurado de lo esperado en comparación con el año anterior.
El gasto familiar durante las Fiestas Patrias fue de $10.000 por debajo de lo estimado inicialmente y las cifras fueron inferiores a las de 2024, pese a las expectativas de repunte. La Cámara de Comercio de Santiago había proyectado un gasto cercano a los $210.000 por familia, pero un estudio de Activo Research reveló que el consumo se mantuvo en niveles más conservadores, según advirtió el economista del Centro de Investigación de Empresa y Sociedad (CIES) de la Universidad del Desarrollo (UDD), Carlos Smith.
El investigador advirtió que el efecto económico de estas fiestas "no fue tan auspicioso como, eventualmente, uno podría pensar" y agregó que este año mucha gente también visitó otras ciudades. A pesar de ello, no se vieron los efectos esperados, por ejemplo, en materia de hotelería, dado que la ciudadanía optó por opciones como la de visitar a familiares en lugar de hospedarse o arrendar alojamientos.
Asimismo, el economista sostuvo que durante las recientes Fiestas Patrias la tendencia de consumo estuvo marcada por la cautela. La compleja situación económica —con un crecimiento que avanza, pero no al ritmo esperado, y un clima de incertidumbre asociado a las elecciones— influyó en las decisiones de gasto de las familias.
FACTORES QUE CONDICIONARON EL CONSUMO
El alza de precios en algunos productos tradicionales, como las carnes o el pollo, también condicionó los presupuestos. Sin embargo, la baja en las frutas y verduras ayudó a equilibrar en parte el escenario inflacionario de las compras dieciocheras. Aun así, el efecto económico global no fue tan positivo como se esperaba.
A esto se suma que, al tratarse de dos días de feriado irrenunciable, diversas actividades productivas se paralizaron, lo que generó un impacto adicional en la economía. Así, el balance general de las Fiestas Patrias deja luces y sombras en cuanto a su aporte al dinamismo económico del país.
Por otra parte, el panorama laboral es otro de los factores que pudo haber influido en las decisiones de consumo durante las Fiestas Patrias. La creación de empleo ha sido limitada en los últimos meses, y muchas personas enfrentan mayores dificultades para encontrar trabajo, lo que genera incertidumbre en las familias sobre su estabilidad económica.
Esta situación ha llevado a que los hogares prioricen el ahorro sin sacrificar la celebración. Para el experto, muchas personas habrían optado por festejar en casa, con familiares y amigos, en lugar de gastar en panoramas externos como hoteles o cabañas.
El resultado fue un gasto más controlado, donde las reuniones internas reemplazaron a las salidas, y el consumo se concentró en lo necesario para disfrutar de las fiestas.
Smith también señaló que el clima pudo haber incidido en la decisión de quedarse en casa.
LA SITUACIÓN DEL COMERCIO MINORISTA
El impacto para el comercio minorista fue dispar. Aunque hubo mayor movimiento que en un mes sin celebraciones, las cifras no mostraron un salto respecto de 2024. En el caso de los servicios turísticos y hoteleros, la demanda se mantuvo por debajo de lo previsto, en línea con el menor gasto de las familias.
Al mismo tiempo, algunos sectores vieron caídas producto de los dos días de feriado irrenunciable, que paralizaron parte de la actividad productiva e industrial.
De cara a las cifras oficiales, Smith estima que el consumo crecerá respecto a agosto de 2025. Sin embargo, concluyó que "no va a ser tan grande como el año pasado, particularmente en el consumo, y eso es una mala noticia para muchas personas que viven del comercio minorista en esta época, donde parte importante de sus ingresos se generan en estos días".
