1
Regístrate en nuestro newsletter
Los alcaldes de la provincia de Biobío esperan que este año se concrete, para sus comunas, la declaración como zona de rezago, una condición que permitiría acceder a recursos y ejecutar proyectos sin requerir la aprobación técnica del Ministerio de Desarrollo Social y Familia, cuyos criterios de rentabilidad social y número de beneficiarios dejan fuera la mayoría de las iniciativas rurales.
La declaración flexibilizaría los criterios de postulación a proyectos, permitiría inyectar recursos directos sin aprobación técnica del Ministerio de Desarrollo Social y Familia y habilitaría a los municipios para ejecutar iniciativas de manera expedita. Sin embargo, la solicitud original data de 2017, cuando el entonces diputado José Pérez Arriagada —hoy alcalde de Los Ángeles— ingresó un oficio a la Cámara de Diputadas y Diputados para considerar a Alto Biobío como zona de rezago.
Los alcaldes de la provincia coinciden en que el principal obstáculo para el desarrollo de las comunas rurales de la zona radica en los criterios del Sistema Nacional de Inversiones (SNI), que mide la viabilidad de proyectos según el número de beneficiarios y su rentabilidad social.
Claudio Solar Jara, alcalde de Quilleco, denunció que esta forma de evaluación condena a la ruralidad.
Solar detalló que cuando se presenta un proyecto de inversión, simplemente se devuelve con el mismo argumento: "’No califica socialmente porque la cantidad de beneficiarios que tiene no hace posible construir esta posta’, por ejemplo". Durante su gestión como presidente de la Asociación de Municipios Cordilleranos del Biobío (Amcordi), entidad que presidió por ocho años, ofició al ministro de la cartera para modificar el SNI, sin obtener respuesta favorable.
El alcalde argumentó que la provincia de Biobío aporta sustancialmente a la economía del país.
Félix Vita, alcalde de Alto Biobío, enfatizó la importancia de la declaración para comunas con recursos limitados. "Tenemos pocos habitantes y recibimos pocos recursos. Si ahora se abre esa posibilidad de la zona de rezago se nos abren posibilidades de poder hacer más trabajo en las comunas y, especialmente, en las comunidades que están más alejadas del centro urbano de Ralco", explicó.
Vita detalló que Alto Biobío tiene un ingreso de $3.800 millones anuales, de los cuales solo $300 millones quedan para inversión tras cubrir gastos en personal municipal, programas y funcionamiento. "Eso no es nada para la necesidad que nosotros tenemos", precisó la autoridad.
El alcalde de Alto Biobío señaló que la declaración permitiría abordar el déficit en salud, donde las postas rurales de Butalelbun, Trapa Trapa, Malla Malla, Cauñicú, Ralco Lepoy y Quepuca no cuentan con atención después de las 20:00 horas.
Vita enfatizó que espera que la declaración sea indefinida.
Pablo Urrutia, alcalde de Quilaco y actual presidente de Amcordi destacó los avances logrados en el último periodo, como mayores fiscalizaciones de la Subsecretaría de Telecomunicaciones (Subtel) a la empresa adjudicataria de telecomunicaciones en el territorio y mejoras en la conectividad entre Antuco, Quilleco, Santa Bárbara, Quilaco y Alto Biobío. Sin embargo, el jefe comunal reconoció brechas críticas.
Urrutia detalló que para sortear esta limitación, los alcaldes deben solicitar a empresas privadas que compren terrenos para recién poder postular a viviendas. "Si no, estaríamos 20 años esperando", indicó.
El alcalde también denunció que en el campo no existen proyectos de agua potable rural. Como solución, Quilaco ha implementado pozos profundos para familias sin acceso.
En materia educativa, Urrutia destacó que las familias deben arrendar departamentos en ciudades para que sus hijos estudien, con costos superiores a $300.000 mensuales.
 |
||||
 |
 |
 |
 |
 |
¿Quieres contactarnos? Escríbenos a [email protected]
ContáctanosOpinión
