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La Tribuna
Viñas patrimoniales del Valle del Biobío / cedida

Buscan transformar y potenciar la industria vitivinícola del Biobío

por Claudia Robles Maragaño

Viñas de Yumbel y Nacimiento son parte de la propuesta que tiene por objetivo potenciar el desarrollo y la transferencia de tecnologías en la región.


Cuando Ñuble dejó de ser una provincia de la región del Biobío y pasó a ser una independiente, fueron varios los elementos asociados al sector vitivinícola que se perdieron para nuestra zona. Uno de ellos el cultural y el turístico. Pero hay sector que comenzaba a tener un auge mundial y que se posiciona fuertemente. Hablamos del denominado Valle del Itata y sus vinos. Hoy es un sector que ha sabido cosechar el esfuerzo del trabajo para lograr un reconocimiento nacional y mundial.

Lejos de lamentar esta situación en la nueva Región Del Biobío, había que ponerse a trabajar, ver esto como una oportunidad. Comenzar nuevamente era un reto, pero ya se tenía la experiencia de éxito con ahora nuestros vecinos de Ñuble. De esta forma, el valle del Biobío que tiene parras de cepas que se creían extintas, comienza una nueva aventura. Desde el Comité de Desarrollo Corfo Biobío había que hacerse parte de esta consigna tal y como se había hecho varios años atrás con Itata.

Uno de los puntos que se está abordando para el crecimiento y desarrollo del sector, es la eliminación de la brecha digital que afecta no sólo a las empresas de este sector económico, sino a las pymes en general en la Región. Aquí los programas Fortalece Pyme se han hecho parte de la capacitación para la eliminación de esta brecha. También está la iniciativa titulada "Programa de reconversión digital para la pyme regional con intervención de profesionales expertos" de Infyde, con fondos del Gore apoyados por el Comité Corfo Biobío, que está trabajando directamente con algunas pymes y cooperativas vitivinícolas en el Valle del Biobío.

EN LA PROVINCIA DE BIOBÍO

En Yumbel, por ejemplo, en la vitivinícola Estación Yumbel que tiene cinco años de vida y es liderada por una pareja de emprendedores, el 99 % de su producción sale de las fronteras de nuestro país.  EE.UU, Brasil e Inglaterra son sus principales destinos.  Daniela Tapia, dueña de la viña, destacó el trabajo que llevan adelante junto a la ayuda del programa que apoya el Comité Corfo Biobío. "Es fundamental para nosotros porque empresas como la nuestra necesitan una plataforma, vitrina donde nos podamos visibilizar y los clientes nos conozcan de una forma simple, rápida y efectiva desde cualquier parte del mundo. Esto nos ayudará para futuras ideas que tenemos en torno a la industria del vino".

Para la directora del Comité Corfo Biobío, Roberta Lama, el acceso a estas tecnologías es fundamental. "Contar con este tipo de iniciativas es clave para las empresas porque como Comité Corfo, potenciamos el desarrollo y transferencia de tecnologías en la región. Esto ayudará no sólo a visibilizarlos, sino también a llevar adelante una mejor gestión y productividad regional. Es fundamental el trabajo que se realice con estas iniciativas de negocios y sobre todo en las provincias más alejadas de la capital regional porque es la forma de generar un crecimiento y desarrollo para un territorio sostenible, equitativo y equilibrado.

Estación Yumbel ha apostado su propuesta fuera de las fronteras chilenas. También hoy añaden nuevos desafíos con otro producto que se comienza a desarrollar en sus tierras y la digitalización será un elemento importante en la ecuación para el éxito.

EN NACIMIENTO

Otro de los ejemplos del trabajo que lleva adelante Infyde con el apoyo de Corfo en el sector vitivinícola es en la comuna de Nacimiento. Tierra llena de historias no sólo con la arcilla, sino en torno a la uva y el vino. Aquí el trabajo en equipo es importante en varios frentes que está realizando la Cooperativa Campesina Los Notros también parte del programa.  

Dicen que la historia de las viñas en la comuna es muy antigua y que tuvo un pasado de gloria. Pero con el tiempo muchos de los dueños de estas parras envejecieron y sus hijos no siguieron la tradición de hacer vino con la denominada cepa país que habrían traído los españoles en la época de la conquista. Como cooperativa decidieron recuperar las parras que dicen, incluso datan con más de 200 años de antigüedad. Comentan que llevan cerca del 60 a 70 % de la recuperación de las viñas para que vuelvan a producir.

Para Jorge Roa, Representante legal de la cooperativa, la tecnología es un elemento de mucha ayuda. Junto al programa buscan la instalación de sensores en la viña para medir humedad. "Con esta tecnología podremos determinar si el terreno necesitará o no riego producto del cambio climático. También podremos prever las heladas. El programa busca ponernos en contacto con un profesional del área y así poder avanzar más rápido en la recuperación y la puesta en valor del vino de la comuna y el Valle del Biobío".

De esta forma avanza el proyecto de transformación digital dentro de las empresas, a través de la innovación tecnológica para mejorar los procesos existentes e incrementar las ventas de pequeñas y medianas empresas de la Región del Biobío, preferentemente del sector vitivinícola, enoturismo y relacionadas al sector.

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