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"Una iniciativa que comenzó tímidamente hace nueve años hoy es una realidad", así lo destacó el senador Matías Walker (Demócratas) en una conferencia realizada en Los Ángeles junto con la directiva del Club Social Iberia y la diputada Joanna Pérez, tras la aprobación por unanimidad en la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento del Senado del proyecto que prohíbe la multipropiedad en los clubes profesionales. Con ello se cierra una etapa de opacidad que, según el propio Walker, "le hizo un daño profundo a la esencia del fútbol chileno".
El parlamentario recordó que incluso en los años de gloria de la selección nacional —con la obtención de las dos Copa América— ya se advertían las distorsiones generadas por los conflictos de interés en la propiedad de los clubes. "Era un secreto a voces que existían empresarios controlando más de una institución, al influir en fichajes y traspasos. Eso destruye la confianza del hincha y deslegitima la competencia", enfatizó.
Para el senador, los casos de Iberia de Los Ángeles y Arturo Fernández Vial de Concepción son ejemplos palpables del desarraigo que provocó la gestión desmedida de las sociedades anónimas deportivas profesionales (SADP) en el fútbol. "Ambos clubes fueron víctimas del abandono, de la pérdida de identidad y del quiebre con sus comunidades. El fútbol perdió su legitimidad social, y ahora debemos recuperarla", afirmó.
La ley busca precisamente eso: devolver el poder a quienes realmente sostienen el deporte —los hinchas— para que nunca más un club cambie su nombre, escudo o esencia por decisión de un inversionista externo. "Basta recordar el caso de Unión La Calera, cuando un empresario extranjero cambió la insignia del club sin consultar a sus seguidores. Eso no puede volver a ocurrir", subrayó Walker.
El parlamentario también mencionó el caso de Deportes Ovalle, otro ejemplo de cómo el modelo de las SADP generó exclusión y desarraigo en regiones. "Detrás de cada club hay historias, barrios y familias. El fútbol no puede ser tratado como una empresa más", añadió.
El proyecto aprobado incluye la creación de comisiones de hinchas, integradas por socios activos o abonados, con derecho a participar en temas de gobernanza, desarrollo deportivo, seguridad y experiencia en los estadios. "No estamos hablando de barras, sino de socios comprometidos con su club, personas que lo sostienen incluso en las peores épocas. Esta ley los reconoce y les devuelve un espacio en la toma de decisiones", explicó Walker.
Asimismo, el texto legal obliga a la nueva Asociación Nacional de Fútbol Profesional a modificar sus estatutos para cumplir con las normas de la FIFA, que exige eliminar la multipropiedad y garantizar transparencia absoluta en la administración del fútbol profesional.
Desde el séptimo piso del edificio José Manso de Velasco, en pleno corazón de Los Ángeles, Walker reiteró su compromiso con Iberia, uno de los clubes más emblemáticos de la provincia. "Los hinchas azulgranas merecen recuperar su club. No los dejaremos solos, porque Iberia tiene historia, comunidad y alma. Esta ley les entrega las herramientas para volver a caminar por la senda deportiva y social que les pertenece".
En la reunión, la diputada Joanna Pérez reforzó el mensaje y dejó en claro que si Iberia logra regresar al profesionalismo, se constituirá una nueva SADP, distinta de la que lo administró en el pasado. "Cuando un club desciende y deja de ser profesional, la sociedad anónima que lo controlaba pierde su razón de ser. Eso ahora está estipulado en la ley", explicó.
El senador complementó que se trabajará junto con el Ministerio del Deporte para que los artículos transitorios precisen este punto sin ambigüedades. "Pediremos reuniones con el asesor jurídico del ministerio para dejar la cancha rayada. No más interpretaciones que favorezcan a los poderosos", sentenció.
Uno de los aspectos más simbólicos de la nueva ley es la restitución de los escudos, insignias e identidad histórica a los clubes sociales o corporaciones. Durante años, estos emblemas quedaron en manos de las SADP, incluso cuando los equipos desaparecían del fútbol profesional.
"El alma de un club está en su historia y sus colores. No puede ser que un grupo económico se quede con la identidad de generaciones enteras de hinchas. Por eso esta ley devuelve lo que nunca debió haberse perdido: el derecho a reconocerse en su club", expresó Walker con firmeza.
Aunque la aprobación en comisión representa un paso gigantesco, el senador advirtió que la batalla no está del todo ganada. "Sabemos que hay intereses poderosos que tratarán de frenar esta ley. Los representantes de jugadores y los grandes grupos económicos ligados a los clubes no descansarán, pero nosotros tampoco lo haremos. Seguiremos hasta que cada artículo quede inscrito y vigente por el bien del fútbol chileno".
La diputada Pérez coincidió y destacó el valor de esta ley como un acto de justicia y reparación deportiva. "Esto no es solo una norma legal. Es un gesto hacia la memoria, hacia las tribunas que nunca dejaron de creer, y hacia los hinchas que siguen pagando su entrada, aunque su club ya no esté en la élite", aseguró.
Walker, en tanto, concluyó que "esta no es una victoria personal ni política. Es una victoria de los hinchas, de los clubes que resistieron, y del verdadero espíritu del fútbol chileno, ese que nunca se vende ni se rinde".
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