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Definitivo: ANFA rompe con las sociedades anónimas y Tercera División recupera su identidad social

por Norman Matus Matus

La nueva reglamentación de la ANFA establece que solo podrán participar clubes deportivos o corporaciones sociales en la liga, lo que cierra definitivamente la puerta a los inversionistas privados. La medida impacta directamente en el futuro de equipos tradicionales como Iberia y Arturo Fernández Vial, que ven despejado su camino para consolidarse bajo el nuevo modelo de gestión.

La nueva reglamentación aprobada por el Consejo de la ANFA establece que "todos los postulantes nuevos a Tercera División deberán ser corporaciones deportivas o clubes sociales" / La Tribuna

La Asociación Nacional de Fútbol Amateur (ANFA) anunció oficialmente las nuevas bases para la Tercera División de 2026, y con ello dio uno de los pasos más relevantes de los últimos años en defensa del deporte social. La medida más significativa es la eliminación definitiva de las sociedades anónimas deportivas (SADP) en el ámbito semiamateur, lo que puso punto final a la incursión de inversionistas privados en una categoría destinada históricamente a la formación, la comunidad y la pasión local.

El cambio fue adelantado y promovido desde hace meses por Justo Álvarez, dirigente nacional de ANFA, y por Elías Vistoso, presidente de la Tercera División, quienes habían advertido sobre la distorsión que generaba la entrada de capitales externos en una estructura construida sobre el trabajo voluntario y el compromiso social de los clubes.

"El espíritu de la Tercera División siempre fue el de una competencia entre instituciones sociales, no empresas. Era urgente recuperar ese sentido de pertenencia", señaló Álvarez en su momento.

La nueva reglamentación, aprobada por el Consejo de la ANFA, establece en su punto 1.3 que "todos los postulantes nuevos a Tercera División deberán ser corporaciones deportivas o clubes sociales", lo que cerró la puerta a cualquier figura jurídica de carácter comercial. De esta manera, los equipos que aspiren a participar en la categoría deberán demostrar un funcionamiento social y una administración colectiva, lo que implica un retorno a la estructura fundacional del fútbol amateur chileno.

El punto 2.1 del documento precisa que los equipos que desciendan desde la Segunda División hacia la Tercera A "deberán postular como corporaciones y/o clubes deportivos sociales", mientras que el artículo 2.2 aclara que aquellos clubes que en el pasado formaron parte del fútbol profesional y deseen integrarse a la Tercera B serán considerados como nuevos postulantes, bajo las mismas condiciones.

IMPACTO EN LOS CLUBES HISTÓRICOS DE LA REGIÓN

Esta resolución marca un cambio de rumbo que beneficia directamente a instituciones tradicionales que han resistido al paso del tiempo y la presión de los capitales privados, como el Club Social Iberia de Los Ángeles y Arturo Fernández Vial, ambos con profundas raíces comunitarias y una gestión sostenida en sus socios.

Durante los últimos años, ambas instituciones habían manifestado su preocupación frente al ingreso de sociedades anónimas que, en muchos casos, priorizaron el retorno económico por sobre la identidad o el desarrollo deportivo local. Con la nueva normativa, ambos ven despejado su camino para continuar consolidándose dentro de un modelo de gestión más participativo, donde los hinchas y socios recuperan protagonismo.

"Lo que busca la ANFA es que el fútbol de Tercera División siga siendo un espacio de comunidad, no de negocios", comentó un dirigente de la categoría.

NUEVAS EXIGENCIAS Y CASTIGOS DEPORTIVOS

Junto con los cambios administrativos, ANFA introdujo modificaciones en el sistema competitivo. Uno de los puntos más relevantes es el aumento del periodo de espera para los clubes que desciendan desde la Tercera B: deberán esperar dos años —y no uno como antes— para poder postular nuevamente al campeonato.

Esta nueva regla agrega dramatismo a la parte baja de la tabla, donde clubes como Nacimiento CDSC y Rancagua Sur se encuentran luchando por mantener la categoría. La diferencia ahora es crucial: un descenso no solo significa perder la categoría, sino también enfrentar un prolongado periodo de inactividad competitiva.

La decisión de ANFA representa más que un cambio normativo: es una declaración de principios. En tiempos donde el dinero parece dominar todas las esferas del deporte, la Tercera División busca reafirmarse como un espacio donde lo esencial vuelve a importar: la formación de jóvenes, la pertenencia barrial, el orgullo local y la gestión colectiva.

Elías Vistoso, dirigente, resumió el espíritu de esta transformación: "Queremos que la Tercera División vuelva a ser de la gente, de los clubes que nacen del esfuerzo y la pasión. No de quienes la ven como un negocio pasajero".

En definitiva, el nuevo reglamento marca un hito en la historia reciente del fútbol chileno. ANFA envía un mensaje claro: la Tercera División no está en venta.

La nueva reglamentación aprobada por el Consejo de la ANFA establece que  / La Tribuna
La nueva reglamentación aprobada por el Consejo de la ANFA establece que La Tribuna

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