La Federación de Criadores de Caballos Raza Chilena celebra su legado y proyección

El pasado viernes 10 de octubre, la Federación de Criadores de Caballos Raza Chilena celebró sus 79 años de vida institucional, instancia en la que reafirmó su compromiso con la preservación, promoción y proyección nacional e internacional del caballo chileno, emblema de la identidad y el patrimonio rural de nuestro país.

Su trayectoria, extendida de Arica a Magallanes, consolida un camino forjado por generaciones de criadores, visionarios y amantes del caballo, cuyo esfuerzo dio forma a una de las instituciones más representativas del mundo rural chileno.

UN LEGADO QUE NACE EN LA HISTORIA COLONIAL

Aunque la crianza del caballo en Chile se remonta a los tiempos coloniales, fue con la creación de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA) el 18 de mayo de 1838 cuando esta tradición comenzó a tomar cuerpo institucional. En conjunto con la SNA, los criadores impulsaron la creación del Registro Genealógico del Caballo Chileno, que se concretó en 1893, con la inscripción del primer ejemplar: el potro Bronce, de Diego Vial Guzmán.

El desarrollo del rodeo fortaleció la pasión por el caballo chileno, lo que llevó al nacimiento de la primera Asociación de Criadores de Caballares, bajo la presidencia de Alberto Echenique Domínguez, junto a un directorio integrado por destacados hombres del campo, el 14 de agosto de 1944.

Dos años más tarde, el crecimiento de la actividad llevó a crear una entidad independiente: la Asociación de Criadores de Caballares, fundada oficialmente el 10 de octubre de 1946, con Echenique nuevamente al mando.

El estrecho vínculo entre los criadores y el rodeo chileno marcó un punto trascendental en la historia. El 22 de mayo de 1961, la asociación dio origen a la Federación del Rodeo Chileno, que consolidó la práctica deportiva más representativa del país y que nació, precisamente, desde el corazón de los criadores.

DE LA ASOCIACIÓN A FEDERACIÓN: UNA NUEVA ERA

Con el paso del tiempo, el éxito del rodeo y su popularidad nacional desplazaron parte del protagonismo de la crianza. Fue entonces cuando un grupo de visionarios —Agustín Edwards Eastman, Luis Iván Muñoz Rojas, Gonzalo Vial Vial, Samuel Parot Gómez y Benjamín García-Huidobro Matte— decidió renovar el espíritu institucional.

Así, a comienzos de la década de 1990, la asociación se transformó en la actual Federación de Criadores de Caballos Chilenos, bajo la presidencia de Agustín Edwards Eastman, con el propósito de integrar a las asociaciones de todo el país y fortalecer el trabajo conjunto.

Desde entonces, se han sumado nombres emblemáticos como Alberto Schwalm Bielefeld, José Manuel Pozo Merino, Hernán Cruz Castillo, Jorge Lasserre Lafontaine, Ramón Cardemil Moraga, Leonardo García Sabugal, Ricardo Ibáñez Letelier y Luis Valentín Ferrada Valenzuela, entre muchos otros que han mantenido viva esta pasión por el caballo más antiguo y puro de América.