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Automovilismo en Cabrero: la semifinal que venció al clima y emocionó con un homenaje imborrable

por Norman Matus Matus

Más de 60 pilotos dieron vida a una jornada intensa que había sido pospuesta por la lluvia registrada entre el 19 y el 21 de septiembre. El homenaje al fallecido piloto Fernando Montero marcó el momento más emotivo del evento.

que contó con la presencia del padre del fallecido piloto Fernando Montero / La Tribuna

Con la tensión propia de una semifinal y la incertidumbre marcada por un clima inestable, Cabrero vivió una de las jornadas más recordadas de su calendario automovilístico. Lo que debía disputarse el 19 de septiembre, en plena semana de Fiestas Patrias, terminó corriéndose el domingo 21, luego de que las lluvias obligaran a postergar el evento.

El amanecer de ese día no entregaba señales claras: una llovizna ligera hacía dudar sobre la viabilidad de la competencia. Víctor Gutiérrez, presidente del Club Deportivo Automovilismo Cabrero (CDACA), lo reconoció sin rodeos: "Teníamos la convicción de correr incluso con lluvia, ya lo hemos hecho antes, pero el contexto de Fiestas Patrias nos obligaba a respetar un protocolo. Hasta la misma mañana del domingo no sabíamos si podríamos cumplir con todo, y la prioridad siempre fue resguardar la seguridad de pilotos y público".

Finalmente, el tiempo dio una tregua. Con modificaciones en la programación —como adelantar la ceremonia protocolar al intermedio de la jornada—, las competencias pudieron desarrollarse con un marco de público que llenó aposentadurías y parque cerrado, dándole color y calor a la pista cabrerina.

DUELO DEPORTIVO AL LÍMITE

En lo estrictamente deportivo, la jornada estuvo cargada de tensión. La categoría mayor llegaba con un atractivo especial: los pilotos Matías Muñoz (Yumbel) y Sebastián Díaz (Los Ángeles) arribaban empatados en puntaje, obligando a una definición palmo a palmo. Otras divisiones tampoco quedaban atrás, con diferencias mínimas entre los primeros lugares, lo que convertía cada carrera en un verdadero "todo o nada".

Más de 60 pilotos participaron en esta semifinal, consolidando al torneo de Cabrero como uno de los más competitivos y regulares de la provincia del Biobío. La presencia de dirigentes de otros clubes —como Karlheinz Klagges del CALASAC de Los Ángeles, René Villalobos del automovilismo de Yumbel y representantes de Los Halcones de Chillán— reforzó la relevancia de la cita.

Por su parte, el alcalde de Cabrero, Yusef Sabag Araneda, se hizo presente durante gran parte del evento, participando activamente en la entrega de trofeos junto a funcionarios municipales, lo que fue destacado por la organización como una muestra concreta del respaldo institucional a la disciplina.

EL HOMENAJE QUE CONMOVIÓ A TODOS

Sin embargo, el momento más conmovedor llegó en la categoría 1600cc. Allí, el piloto Francisco Klagges se subió al auto N°121, propiedad de su amigo de infancia Fernando Montero Garrido, quien falleció recientemente en un accidente de tránsito en Los Ángeles a los 25 años.

Montero había brillado en la fecha anterior del torneo, el 17 de agosto pasado, logrando un segundo lugar que lo mantenía como sublíder de la categoría con 74 puntos, a solo nueve del líder Ignacio Sánchez. Su repentina partida dejó un vacío enorme entre compañeros y rivales.

Asumir la responsabilidad de pilotar el auto de Montero, en una semifinal tan exigente y en condiciones tan cargadas de presión emocional, fue un acto de coraje de Francisco Klagges. Habitualmente habituado a correr en circuitos de tierra y no en asfalto, supo llevar el vehículo al máximo rendimiento. El destino quiso que repitiera el mismo resultado de su amigo, obteniendo el segundo lugar.

La ovación del público fue ensordecedora. En la premiación, el podio se convirtió en un espacio de homenaje y memoria: el alcalde Sabag, el presidente del CDACA y el padre de Fernando, Fernando Montero Sánchez, entregaron juntos los trofeos. Las lágrimas y la emoción fueron compartidas por autoridades, pilotos y asistentes, en un momento que difícilmente será olvidado en la historia del automovilismo local.

BALANCE Y PROYECCIÓN

"Este deporte nos da alegrías y también tristezas, pero siempre nos mantiene unidos", reflexionó el timonel del CDACA al cierre de la jornada.

Reconoció que la organización de una fecha de esta magnitud es un desafío enorme, donde siempre quedan detalles por mejorar, pero que el balance final fue positivo: sin accidentes graves que lamentar, con alta convocatoria y un nivel de competencia que dejó satisfechos a pilotos y público.

El timonel del CDACA cerró con un mensaje lleno de nostalgia y realismo: "Uno a veces piensa en dar un paso al costado y dejar espacio a nuevas generaciones, pero estos momentos —alegres y tristes— nos recuerdan por qué seguimos acá. Todo tiene un inicio y un final. Ahora el desafío es preparar la gran final del 2 de noviembre, la última fecha de la temporada, con la esperanza de cerrar el campeonato más regular de la provincia del Biobío", sostuvo Víctor Gutiérrez.

Con ese desafío en mente, Cabrero ya se prepara para recibir la última bandera a cuadros del año, con la convicción de que lo vivido en esta semifinal será recordado tanto por su competitividad como por la fuerza de la emoción compartida en memoria de Fernando Montero Garrido. (Fuente: Mundo Motor)

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