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Dolor por la muerte de Joel Mayo, histórico boxeador chileno apuñalado en plena vía pública en Villarrica

El hijo ilustre de Curarrehue deja un legado deportivo tras una vida dedicada al boxeo y a la formación de nuevas generaciones en La Araucanía.

Dolor por la muerte de Joel Mayo, Municipalidad de Currarrehue; Guioteca
Dolor por la muerte de Joel Mayo / FUENTE: Municipalidad de Currarrehue; Guioteca

El sábado 12 de julio de 2025, en horas de la madrugada, la Policía de Investigaciones (PDI) confirmó el fallecimiento de Joel Mayo Antipichun, a los 53 años, tras haber sido apuñalado en Villarrica, región de La Araucanía.

Fue hallado tendido en la calle Francisco Dávila, cerca de su domicilio, con heridas punzantes en el pecho y abdomen. Tras recibir primeros auxilios, fue trasladado al Hospital de Villarrica, donde falleció alrededor de las 07:00 horas del sábado 12 de julio.

Las primeras diligencias policiales —empadronamientos, revisión de testigos y registros de cámaras— permitieron identificar y detener al presunto agresor, un vecino del sector, sin antecedentes penales.

Ahora el caso es formalizado como homicidio consumado y quedó a cargo del Ministerio Público, mientras que la Brigada de Homicidios de Temuco continúa recabando pruebas.

TRAYECTORIA INOLVIDABLE DEL "INDIO"

Joel Mayo Antipichun, nacido el 9 de mayo de 1972 en Villarrica, fue declarado hijo ilustre de Curarrehue. Inició sus entrenamientos a los 17 años y debutó como profesional el 5 de abril de 1997, venciendo a Pedro Miranda. En su carrera el "Indio" acumuló un récord de 41 victorias —25 por nocaut— y 13 derrotas.

Desde 1997 hasta 2004 se convirtió en campeón nacional en cuatro categorías: súper pluma, liviano, welter y súper welter.

Además, disputó en dos ocasiones títulos mundiales, destacándose la pelea de 2001 en Villarrica, donde estuvo al borde de la muerte tras ser noqueado y hospitalizado de urgencia.

VIDA FUERA DEL RING Y SU REGRESO

Después de más de una década en el boxeo profesional, retirándose en 2007, Mayo vivió algunos años en Austria. Allí trabajó como jefe de seguridad para una empresa vinculada a los deportes de contacto. Aun distante, mantenía un lazo con Chile, promoviendo el boxeo y forjando proyectos educativos en regiones de La Araucanía.

Finalmente regresó a Villarrica para impulsar un club municipal de boxeo, con el propósito de formar a jóvenes deportistas. "Aunque la gente no lo crea, son los boxeadores más cobardes los que duran más (...) Yo no, siempre iba al frente", decía, recordando su estilo ofensivo que lo definió tanto dentro como fuera del ring.

UN LEGADO MARCADO POR SUPERACIÓN

Criado en humildes condiciones en Curarrehue, Mayo relató que si no hubiese conocido el boxeo habría caído en la delincuencia. "Yo era muy pobre, andaba siempre sin zapatos... si no hubiese sido por el boxeo quizás ahora estaría preso o dedicado a la delincuencia o a las drogas", confesaba recordando sus inicios. Su carrera fue vista como un ejemplo de perseverancia y esfuerzo.

De su historia sobresale no solo la garra pugilística sino también su labor como formador. Desde su rol en Austria y Chile construyó un puente entre ambas culturas deportivas, contribuyendo a la formación de una nueva generación de púgiles en La Araucanía.




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