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El delantero portugués del Liverpool, Diogo Jota, falleció en la madrugada de este jueves 3 de julio tras sufrir un accidente automovilístico junto a su hermano menor -y también futbolista profesional-, André Jota, en la localidad de Zamora, España.
Ambos hermanos viajaban en un Lamborghini por la Ruta Rías Bajas (A52), cuando el vehículo se salió de la calzada a la altura del kilómetro 65, por razones que aún se investigan.
El impacto fue fatal y los dos ocupantes murieron en el lugar, según informó la agencia EFE.
Más allá del impacto deportivo que ha causado la noticia, el caso ha conmovido por el momento personal que vivía el futbolista.
Diogo Jota se había casado hace apenas 11 días, el pasado 22 de junio, con su pareja de toda la vida, Rute Cardoso, madre de sus tres hijos.
La pareja se conoció en el instituto en 2013, antes de que Jota iniciara su carrera profesional en el Paços Ferreira de Portugal.
El jugador, de solo 28 años, había compartido recientemente en redes sociales fotos de su boda con el mensaje: "Sí, para siempre". Horas antes del accidente, también había subido un video con recuerdos de la ceremonia, acompañado del texto: "Un día que nunca olvidaremos".
Tras confirmarse su fallecimiento, miles de mensajes de condolencias y homenajes comenzaron a inundar sus perfiles sociales, donde fanáticos, clubes y compañeros de profesión han expresado su tristeza y apoyo a su familia e incluso han solicitado que se retire el número de su dorsal en señal de luto y homenaje.
Diogo Jota era una de las figuras del Liverpool y de la selección portuguesa, donde destacaba por su talento, entrega y capacidad goleadora.
Su muerte deja un vacío no solo en el mundo del deporte, sino también en el corazón de una familia que, hasta hace unos días, celebraba uno de los momentos más felices de su vida.
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