Hoy se cumplen 37 años de la primera estrella obtenida por Iberia de Los Ángeles

Una lluviosa tarde de un domingo 8 de julio de 1984, quedó marcada para siempre en la memoria colectiva de los hinchas azulgrana, pues Iberia se coronaba campeón del torneo de apertura Polla Gol, al derrotar por tres goles a cero a Curicó Unido en el estadio La Granja.

DEPORTES VALDIVIA, EL PRIMER OBSTACULO PARA LLEGAR A LA FINAL

El partido ante Deportes Valdivia en la sureña ciudad del río Calle Calle, fue el primer gran examen dentro de la semifinal para disputar el campeonato. Fue una tarde de domingo 24 de junio. No era un partido fácil, dado la potencia que mostraba el equipo local, que entre sus jugadores había uno de pasado iberiano, el capitán de Valdivia, Manuel Sáez.

Ese domingo 24 de junio la visita hacía la gracia, faltando cinco minutos para el término del partido, Francisco Castillo marcaba la diferencia con un gol de tiro libre. El partido de vuelta se jugó el miércoles 27 de junio en Los Ángeles ganando Iberia 2 a 0 y con ello su paso a la final.

CON CURICÓ U. EN LA IDA POR EL CAMPEONATO

En cada esquina, en cada negocio, en los medios de comunicación solo se hablaba de la final. Es que era la gran posibilidad de que Iberia por fin diera el primer paso para retornar al fútbol de la Primera División.

Las entradas se habían vendido con antelación, el Estadio Fiscal estaba repleto como pocas veces. La cifra oficial, indicaba un total de 5.516 personas, (1.379 socios) que dejaron en boletería la suma de $ 526.060. (450 fueron hinchas curicanos). 

De la expectación y alegría se pasó de inmediato a los antiguos fantasmas, pues a los 7 minutos del primer tiempo, Ponce ponía la primera cifra para el equipo visitante, dejando el estadio silente. Corrían los minutos y el público retomaba el apoyo a sus jugadores. Iberia mostraba un mayor juego colectivo que lo llevaría al minuto 20 a igualar las acciones. Un espectacular tiro libre de Francisco Castillo que lograba vencer al portero Tallarico, dejando el marcador igualado. Media hora después, Alfonso Martínez decretaba el gol del triunfo, ante una desbordante hinchada.

LLUVIOSA FINAL

Era impensado creer que dicha final se suspendería a pesar de la torrencial lluvia que se dejaba caer en el Estadio La Granja, durante esa tarde de domingo 8 de julio de 1984. La idea de la ACF era jugarlo a toda costa, pues había todo un calendario que debía respetarse, considerando además que la Copa Polla Gol se había constituido en un escollo para el organismo regente del fútbol chileno, que sufría también de un abrupto cambio. Tres a cero fue la cifra final, con goles de Castillo y Moya en dos oportunidades.