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La Tribuna

Nuevamente el Triple Corona hizo vibrar a los antucanos

por Sebastián Díaz

La máxima cita del enduro del sur de Chile volvió a la comuna cordillerana y, pese a la lluvia, fueron cientos los espectadores que disfrutaron de la competencia.

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Memorable es la palabra que mejor define lo que aconteció en el sector Mirrihue en la comuna de Antuco durante la jornada de ayer domingo.

Y es que la séptima fecha del Triple Corona de enduro se volvió a tomar la comuna cordillerana con un éxito rotundo.

Pese a la lluvia que se hizo sentir en la zona, el público no falló y le dio vida a una actividad que, como ya acostumbra, fue de gran factura.

Desde temprano, a eso de las 9 de la mañana, comenzaron a llegar los cientos de pilotos que se hicieron presente en Antuco. El reconocimiento se inició cerca de las 10.30 horas y dejó gratamente sorprendidos a los deportistas que llegaron en masa al sector de Mirrihue.

Con el pasar de las horas, la lluvia aparecía a ratos, pero ello le dio un toque especial a la pista, que ahora se veía inundada de barro, teniendo los pilotos un nuevo escollo en su constante lucha por ser parte del podio o quedarse con la fecha.

Aunque se repitió el lugar en relación con la sexta fecha que se llevó a cabo en septiembre pasado, esta vez el circuito tuvo cosas y recorrido diferente, haciendo que los pilotos que llegaran hasta el recinto debieran reconocer con cuidado el terreno.

Asimismo, el barro fue una de las cosas que más complicó a los competidores, por lo que los mismos pilotos llamaban a sus compañeros a ser cuidadosos al momento de salir a la pista, debido a que cualquier descuido podría provocar un accidente.

Pese a ello, como de costumbre, el certamen contó con las medidas de seguridad pertinentes, además de una ambulancia en el lugar, en caso de cualquier accidente que pudiese producirse, aunque esto no fue necesario, debido a que no hubo accidentes que lamentar.

Asimismo, producto precisamente de la lluvia y el barro hubo muchos deportistas que quedaron en panne y debieron retirarse de la competencia.

Fueron más de 600 las personas que llegaron pasada la tarde hasta el lugar, una vez que la lluvia dio respiro y salió el sol, para así disfrutar la jornada de domingo.

Más allá de eso, nuevamente el entorno no pudo ser mejor y es que la artesanía y la comida hacían de la actividad algo familiar para pasar el domingo.

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