¿Cómo volver al deporte tras días sin hacer ejercicio?

Quizás se ha sufrido una lesión, se ha tenido un bebé o se ha cambiado de empleo. Lo cierto es que hace varias semanas o meses que no se mueve el cuerpo más que lo necesario. Y cada vez cuesta más volver al ruedo. ¿Por qué? Porque, por ejemplo, se cree que ya no será como antes, que no se podrá estirar ni doblar una pierna o que habrá cansancio muy pronto.

Todo eso es verdad, pero en algún momento se tiene que regresar a la rutina.

Si por algún motivo se encuentra en una situación como la relatada antes, no dude en leer el siguiente artículo.

 

EL PRIMER PASO ES EL MÁS DIFÍCIL

Se dice que lo más importante es durar una semana y lo más difícil es llegar al mes de gimnasio, entrenamiento o deporte. Cuando se sufre un accidente, se tiene más trabajo que antes, llegan los hijos, casamiento, estudio o derechamente empieza el invierno, cuesta más poder cumplir con la rutina y se deja a la espera de que en algún momento se alineen los planetas y se den todas las condiciones para regresar.

Como ya se dijo, lo más difícil es decidirse a empezar de nuevo. Porque si ha pasado cierto tiempo (algunos meses), parecerá que nunca en la vida se ha puesto el equipo de gimnasia. Por más que durante años se haya hecho ejercicio.

Una vez que te habitúes al movimiento, este se convertirá en una tarea automática. La primera semana “de adaptación” será muy importante. Si logras cumplir un mes de rutina, será más difícil que abandones.

Como primera medida, es importante saber que hacer deporte es sinónimo de buena salud. No sólo ayuda a bajar de peso, sino que también mejora los latidos del corazón, la respiración, limpia la sangre, elimina toxinas, liberas tensiones, se reduce el estrés, se siente de mejor humor, ayuda a tener más flexibilidad y ser fuerte, se duerme mejor, entre otros.

Por lo mismo, es necesario tener motivos para hacer deporte. Todos tienen una razón específica para hacer ejercicio y es preciso ponerlo como un objetivo bien claro desde antes de comenzar otra vez.

COMENZAR DE A POCO

No es bueno pretender volver a trabajar con la misma intensidad que antes de parar de ejercitarse. Si antes se corría 2 kilómetros, ahora es importante correr lo que más se puede. Es relevante tener paciencia, sin sobreexigir al cuerpo. Es bueno comenzar de a poco e ir aumentando las cargas, dificultades o tiempos, pero todo a un buen ritmo.

Si, por ejemplo, se estaba en nivel avanzado, no vendrá mal regresar al principiante, al menos, por unos días. Luego pasa al intermedio y en un mes se estará listo para la acción como tiempo atrás.

SER REALISTA

También es importante entender que no se va a estar en forma ni en buen estado físico después de meses de no hacer ejercicio.

Si bien en seguida se podrá disfrutar de las ventajas de la actividad, también es verdad que no se trata de magia ni de milagros. Si se ha aumentado de peso o se percata que te hay falta aire o resistencia, se comprende que es así por la falta de movimiento, pero no es motivo para dejar todo de lado.

Otro punto relevante es no poner más la excusa de que no hay tiempo. Si se sabe organizar bien, se puede hacer deporte dos o tres veces a la semana, una hora cada día. Siempre se debe pensar en las veces que se ejercitaba antes, ¿qué días se hacía? ¿a qué hora?

Al mismo tiempo, es importante tener una variedad de ejercicios. Esto ayudará mucho en cuestiones de motivación. Un ejercicio que además es divertido y hace sentir bien es doblemente beneficioso. Además, se evitará el aburrimiento y dejar de nuevo la actividad.

Se puede probar con diferentes cosas cada día o semana. Por ejemplo, los lunes caminar, los martes levantar pesas, los miércoles andar en bicicleta, los jueves bailar y los viernes correr. Es una rutina más que completa que de seguro gustará.

LA IMPORTANCIA DEL DESCANSO

De igual forma, es necesario pasar un día después de una rutina pesada. Pero que sólo sea uno (a menos que se trate del viernes y quieras volver el lunes). Si, por ejemplo, se está enfermo, no se debe esforzar mucho y se quiera ir sí o sí al gimnasio. Puede darse el permiso para faltar a una clase, siempre y cuando sea la excepción y no la regla.

Otro punto destacable es la importancia de conseguir compañía para hacer ejercicio. No es lo mismo hacer deporte solo que ir con alguien. Puede ser una amiga, tu pareja, hermano o un colega del trabajo. Es una buena idea para sentirse motivado y, sobre todo, para pasar un buen momento. Pero atención, que se juntan para hacer ejercicio, no para charlar o comer. Eso lo pueden hacer después.

METAS REALISTAS

No es bueno pretender hacer todo el primer día de regreso al ejercicio, porque será muy difícil. Los objetivos que se determinen siempre tienen que ser fáciles de lograr. De esta manera, la persona se sentirá mejor consigo mismo y se podrá seguir adelante. No debe agobiarse, hacer ejercicio debe ser algo bonito, no un sufrimiento o una tortura.

Por último, es importante recompensarse. Por cada vez que se cumpla un objetivo, darse un premio o un regalo, pero pequeño (sobre todo, si se habla de comida) Por ejemplo, ir al cine o comprarse algo de ropa. Esto dará más ganas de hacer ejercicio y de lograr las metas. En este momento se necesita motivación de donde sea, así que una ayuda de este tipo no viene nada mal.