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Así lo destacó Johany Chaihueque, mediadora intercultural del museo, en conversación con La Tribuna y Radio San Cristóbal.
La exposición actual, explica Chaihueque, contiene confecciones que datan de hace 200 a 300 años y fueron realizadas por rütrafes, artistas mapuche reconocidos por su comunidad.
Cada elemento expuesto —como trarilonco, keltatuwe, chaway, traripel, entre otros— representa la historia de una familia, de un territorio o de un linaje.
"Cada pieza cuenta lo que estaba ocurriendo en esa familia en ese momento. Y todas tienen protección, procedencia y un sentido profundo", agrega.
El museo aloja solo una parte de la vasta colección del Dr. Morris von Bennewitz, que por décadas estuvo resguardada en el edificio Alta Frontera, donde funcionaba la Biblioteca Municipal.
Tras el terremoto, las piezas fueron sometidas a curatoría y cuidado. Hoy, 152 de más de 500 confecciones ya han sido incorporadas al Lepün, y se espera sumar más en el futuro.
El primer año de funcionamiento ha tenido una alta convocatoria de visitantes: colegios, universidades, familias y turistas han recorrido la exhibición.
El museo proyecta seguir creciendo y participar en redes nacionales e internacionales. Recientemente formó parte de la Noche de los Museos y atrajo a decenas de familias y visitantes.
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