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Lucas Borje es un estudiante de medicina que se considera a sí mismo como alguien muy serio e introvertido. Sin embargo, cuando se sube al escenario, todo eso queda atrás y asume el rol de un personaje que con mucho desparpajo y sin nada de vergüenza, se dedica a hacer stand-up por los bares y pubs de la zona.

Lucas es un angelino que comenzó hace un año en esta disciplina. Como él mismo lo reconoce, se trataba de un asunto que le venía dando vueltas desde que era un niño. "Siempre quise de chico pero no sentía que tenía lo mismo que los comediantes chilenos. Cuando aprendí inglés, empecé a escuchar de diferentes países y descubrí que era algo que podía practicar y ser gracioso a mi manera", explica.

Sus primeras incursiones fueron en Concepción cuando cursaba el quinto año de la carrera de medicina. "Fue en Plantario Open Mic (espacio para los comediantes) donde me recibió Joven Illuminati (comediante penquista) quien me invitó a abrirle otros show y me ayudó hasta que pude empezar a avanzar por mi cuenta", añade.

Para Lucas, lo más llamativo de la experiencia es que "puedo ser una persona que no imaginaba que podía ser, por lo general soy muy introvertido y serio pero en el escenario entro en un personaje que no tiene vergüenza".

Si bien también está dedicado a terminar su carrera (le queda un año de estudios), "uno de mis mayores desafíos será no dejar de hacer comedia y quizás algún día poder vivir de ella".