Los 98 años de la avenida Vicuña Mackenna

por Juvenal Rivera Sanhueza 31 Julio 2022

En noviembre de 1923 se inauguró una de las principales arterias viales de Los Ángeles que marcaba el límite sur de Los Ángeles. Sin embargo, con los años se consolidaría como un importante polo productivo y habitacional.

21, Principal, avenida Vicuña Mackenna, década del '60 /

La década del 20 - hace justo 100 años - fue especialmente generosa en materia de obras y realizaciones. Porque si en 1922 se inauguró oficialmente la laguna Esmeralda (incluida la avenida 21 de mayo), el año siguiente le correspondió el turno a otro lugar inconfundible en nuestro imaginario colectivo: la avenida Vicuña Mackenna (específicamente un 2 de noviembre de 1923).

Hasta antes de esa fecha, no había tal avenida. Ese sector marcaba el límite sur del área urbana de Los Ángeles. Unas cuantas casas bajan marcaban ese territorio que perfectamente podría considerarse como los extramuros de la ciudad.

Más hacia el sur, pasando el estero Paillihue, conectado con la calle Los Carrera, ya estaban las viviendas de la población Siglo XX que fueron el primer emplazamiento del populoso barrio que lleva el nombre de dicho curso de agua. En el entorno, sólo se encontraban grandes extensiones de campos dedicados a la agricultura y la ganadería.

La creación de esta avenida, que en su tiempo fue conocida más comúnmente como Avenida de las Ferias (por la cercanía con la feria Biobío, dedicada a la venta de ganado en pie), fue un anhelo de varios años.

En sus albores, ese espacio público no tenía más de cinco cuadras de oriente a poniente, circunscrito al tramo comprendido entre las calles Los Carrera y Manuel Rodríguez.

En los inicios de la avenida Vicuña Mackenna (que homenajea a destacado hombre público del siglo XIX), se plantó una cuádruple hilera de árboles, principalmente eucaliptus y plátanos orientales, algunos de los cuales todavía están en pie.

Cuando se inauguró en 1923, el diario Las Noticias auguraba la promesa que en un mañana no muy lejano ha de ser esta avenida uno de los principales adornos de nuestra ciudad, contribuyendo a la higienización del pueblo y a evitar los vientos de la primavera y verano.

Con el correr de los años, el límite urbano sur de la ciudad se comenzó a ampliar debido a la construcción de más y más viviendas, además de fábricas de gran importancia para la zona en su época. El primer caso corresponde a la Chiprodal, en la década del 30, pero fundamentalmente fue la fábrica de azúcar Iansa, en 1954, que se convirtió en un foco fundamental de la actividad productiva de Los Ángeles y la provincia de Biobío por la producción de remolacha.

Como si fuera poco, a fines de los 60, se habilitó una nueva cárcel que ocupó una manzana completa.

A mediados del siglo pasado, en la avenida Vicuña Mackenna, cerca de la planta azucarera, se manifestó una realidad social que marcó a la zona y el país: se creó uno de los primeros y más campamentos precarios, también llamada población callampa.

Se trató de población La Feria, cuyos ocupantes se tomaron un terreno aunque vivían sumidos en la peor de las miserias. Fue erradicada tras el terremoto de 1960 y varios de sus residentes trasladados a la población 21 de Mayo.

Debieron pasar varios años para que se pavimentaran las dos calzadas de la avenida Vicuña Mackenna, hecho que recién sucedió a finales del siglo XX.

Con esta obra, más la habilitación de canchas y plazos de juegos infantiles en su bandejón central, esa arteria pasó a ser uno de los principales accesos de la ciudad por su conexión con Angol, Nacimiento y la Ruta Cinco Sur.

Esta condición se va a consolidar cuando se termine de construir la Ruta Nahuelbuta, que unirá Los Ángeles con Angol en 55 kilómetros de carretera de doble vía.