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La solemne ceremonia, realizada el 7 de noviembre de 2025, fue presidida por Monseñor Cristián Castro Toovey, obispo diocesano, junto a los Vicarios General y Pastoral, sacerdotes, religiosos, diáconos y una numerosa comunidad de fieles que acompañó la jornada.
Antes del ingreso al templo, se efectuó la bendición de la gruta dedicada a la Virgen de la Buena Salud, advocación mariana originaria de la India, tierra natal del párroco Padre Prince Arockiyam SVD, quien se mostró visiblemente emocionado y expresó su gratitud a Dios y a cada persona que colaboró en la construcción del nuevo templo.
La ceremonia también contó con la participación del alcalde de Los Ángeles, José Pérez Arriagada, quien asistió junto a autoridades locales y representantes de distintas comunidades parroquiales del sector, compartiendo con los feligreses este momento considerado histórico para Paillihue.
Durante su homilía, Monseñor Castro Toovey destacó la importancia de este espacio como lugar de encuentro con Dios y de servicio pastoral a la comunidad.
El rito de dedicación incluyó la unción del altar y de los muros del templo, signo de consagración a Dios, seguido del uso de incienso y de la reserva del Santísimo Sacramento en el nuevo sagrario, sellando la consagración de la nueva casa parroquial.
En el cierre de la celebración, el Padre Prince Arockiyam compartió un mensaje de agradecimiento, reconociendo el trabajo y apoyo de quienes participaron en el proceso, desde los profesionales hasta quienes aportaron materiales o servicios, destacando que "Dios pone en nuestro camino a las personas exactas para cumplir su voluntad".
La Parroquia Santiago Apóstol tiene una historia pastoral de más de cinco décadas. Su primera piedra fue colocada en 1971, y su erigimiento canónico se concretó en 1996, marcando un camino sostenido de servicio y testimonio en la fe.
Las obras recientemente inauguradas forman parte de un proceso de remodelación integral del templo, que consideró la renovación de su estructura, la ampliación de los espacios litúrgicos y la construcción de nuevas dependencias para el servicio pastoral y comunitario, todo ello orientado a responder a las necesidades de una feligresía en constante crecimiento.
Con esta bendición, la Diócesis Santa María de los Ángeles dio gracias a Dios por el nuevo templo, que se erige como casa de oración, signo de comunión y testimonio del amor de Cristo presente en medio de su pueblo.
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