Regístrate en nuestro newsletter
El cargo se relaciona con incumplimientos a las medidas de mitigación ambiental comprometidas en su Resolución de Calificación Ambiental (RCA), específicamente aquellas destinadas a resguardar la avifauna local. El proyecto en cuestión, aprobado en 2015, contempla la operación de un parque eólico que incluye cinco aerogeneradores y una línea de media tensión.
Según la RCA del proyecto, Eólica La Esperanza debía implementar una serie de medidas para mitigar los impactos sobre las aves de la zona, que buscaban evitar colisiones, electrocuciones o el perchado en las instalaciones eléctricas. Entre las medidas exigidas se contemplaba la instalación de elementos disuasivos en postes y cables, específicamente sistemas antiperchamiento y espirales salvapájaros de PVC para marcar el tendido eléctrico.
Sin embargo, las inspecciones ambientales realizadas por la SMA verificaron el incumplimiento de estas obligaciones. Durante las fiscalizaciones llevadas a cabo en 2022 en conjunto con el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), se constató que los postes de transmisión eléctrica carecían de sistemas de antiperchamiento y de espirales salvapájaros de PVC.
Esta situación de incumplimiento persistió y fue nuevamente verificada en una inspección posterior realizada en abril de 2024, esta vez junto a la Corporación Nacional Forestal (Conaf), donde se comprobó la ausencia de medidas anticolisión de aves en la postación y en la sección lineal del tendido eléctrico.
Juan Pablo Granzow, jefe de la Oficina Regional de la SMA en Biobío, subrayó que los proyectos energéticos como el Parque Eólico La Esperanza pueden tener afectaciones significativas sobre la biodiversidad, por lo que es "fundamental que los titulares cumplan con las exigencias establecidas en sus permisos ambientales".
Conforme con la Ley Orgánica de la SMA (LO-SMA), las infracciones leves pueden ser sancionadas con amonestación escrita o con multas que ascienden hasta 1.000 unidades tributarias anuales.
Santiago Alliende, gerente general de Eólica La Esperanza S.p.A., respondió las consultas de La Tribuna e informó que la situación fue regularizada en junio pasado, luego de la fiscalización de la SMA Biobío.
Alliende explicó que la Declaración de Impacto Ambiental del parque consideraba medidas de bajo costo para mitigar la afectación a la avifauna. El gerente general reconoció que, lamentablemente, la instalación de las peinetas antiperchamiento fue omitida inicialmente.
La empresa asegura que actualmente los elementos disuasivos ya han sido instalados. Respecto de la medida de los espirales salvapájaros, Eólica La Esperanza indicó que no fue necesaria ni aplicable. Esto se debe a que dichos espirales están diseñados para ser instalados en cables de tierra, y dado que las líneas de tierra del parque están soterradas, esta medida no era requerida.
Tras la formulación del cargo, el proceso sancionatorio sigue en investigación por parte de la SMA. El titular, Eólica La Esperanza S.A., cuenta con un plazo legal de 15 días hábiles para presentar un Programa de Cumplimiento y un plazo de 22 días hábiles para formular sus descargos.
Santiago Alliende comentó a La Tribuna que la notificación del cargo llegó el martes 23 de septiembre. Según su versión, la respuesta de la empresa fue entregada rápidamente al día siguiente, el miércoles 24. El gerente general afirmó que el documento versaba sobre los trabajos de subsanación realizados en junio, con posterioridad a la fiscalización de abril, y aseguraba que ya se habían efectuado las correcciones pertinentes y que no debían ejecutar trabajos adicionales después de la notificación de los cargos.
En contacto con La Tribuna, desde la SMA recalcaron que el titular cuenta con el plazo estipulado y que el proceso sigue en investigación.
 |
||||
 |
 |
 |
 |
 |
¿Quieres contactarnos? Escríbenos a [email protected]
ContáctanosOpinión
