Crónica Ciudadana

Negrete da la bienvenida a su historia: letras en mosaico que hablarán sobre su identidad y comunidad

La instalación de letras en mosaico, creada por 15 mujeres de Negrete junto al artista Franz Raimer Prine, en colaboración con la empresa WPD y la municipalidad, refleja la identidad, historia y los oficios tradicionales de la comuna. Por ello, se convertirán en un símbolo de memoria, patrimonio y participación comunitaria.

Mosaico Negrete, Cedida
Mosaico Negrete / FUENTE: Cedida

Un grupo de letras coloridas en mosaico dan hoy la bienvenida a Negrete, pero con un mensaje mucho más profundo que un simple saludo. Cada pieza, cuidadosamente colocada por 15 mujeres locales, narra historias, tradiciones y valores que atraviesan generaciones. 

Este proyecto, realizado en colaboración con la empresa WPD, la Municipalidad de Negrete y el artista Franz Raimer Prine, se ha convertido en un símbolo tangible de identidad, memoria y pertenencia.

Para las mosaiqueras, la experiencia fue más que aprender un oficio, sino que un viaje al corazón de su ciudad. Margarita Anabalón Burboa, una de las participantes, recuerda cómo se transformaron en un grupo unido por la creatividad y el compromiso.

"Nos llamamos las mosaiqueras de Negrete, y cada letra que hicimos tiene un pedazo de nuestra vida, cultura y gente".

Desde la comunidad y las asociaciones mapuche, hasta la apicultura, la ganadería, la producción de leche y queso, la araucaria y la tradición de los boteros; cada letra refleja una faceta de la identidad negretina, que muestra al visitante que aquí cada historia cuenta y cada oficio tiene su lugar.

ARTE QUE UNE A LA COMUNIDAD

El proyecto no solo buscó embellecer la entrada de la comuna, sino abrir un espacio de diálogo y encuentro. Durante meses, las mujeres aprendieron a trabajar el mosaico, pero también compartieron experiencias, recuerdos y conversaciones sobre lo que significa ser parte de Negrete.

"No se trataba solo de colocar piezas de cerámica", explica Franz Raimer Prine, coordinador del proyecto. "Se trataba de reunir a la comunidad, reflexionar sobre la identidad local y entregar un regalo colectivo que todos pudieran reconocer como suyo", agregó. 

El artista, que llegó desde Santiago y se instaló en la comuna por tres meses, se dedicó a investigar la historia y la cultura local antes de trazar el diseño final. Su misión era que fueran los mismos vecinos quienes dieran forma a la obra, convirtiendo un espacio público en un reflejo auténtico de la vida cotidiana y del patrimonio de Negrete.

UN PLAN QUE MIRA AL FUTURO

Las letras forman parte de un plan integral de hermoseamiento urbano, que incluye áreas verdes, césped en puntos estratégicos y la plantación de árboles nativos. Estas acciones no solo transforman visualmente la ciudad, sino que fortalecen la sostenibilidad, el cuidado del entorno y la calidad de vida de los vecinos.

El proyecto continuará su camino con la instalación del Monumento al Botero, que reemplazará temporalmente a las letras en su ubicación actual. Esta obra conmemorativa rendirá homenaje a la labor histórica de los boteros y reforzará la conexión de la comuna con su río y su historia, para consolidar un recorrido cultural que une arte, memoria y comunidad.

UN LEGADO PARA NEGRETE

Para las mosaiqueras, el proyecto deja un aprendizaje que va más allá del mosaico: la certeza de que el arte puede transformar la ciudad y unir a su gente.

"Cada pieza que colocamos cuenta algo de nosotros, de nuestra historia y de nuestra identidad. Hoy las letras no solo embellecen la entrada de Negrete, sino que nos recuerdan quiénes somos y de dónde venimos", concluye Margarita Anabalón.

Así, Negrete recibe a quienes llegan con una obra que habla de su gente, su cultura y su memoria, uniendo pasado y presente en cada color y en cada forma.




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