La reciente elección de Fray Robert Prevost como el nuevo Papa León XIV ha generado un fuerte impacto en el mundo católico, particularmente en la Orden de San Agustín, a la cual pertenece. Su elección se produjo la semana pasada, luego de la votación del Colegio Cardenalicio, y marca la continuidad del legado pastoral de su predecesor, el Papa Francisco.
El nuevo pontífice no es un desconocido para Chile. En 2003, cuando se desempeñaba como Prior General de la Orden de San Agustín, visitó diversas comunidades agustinianas en el país, incluyendo algunas en la región del Biobío. Esa visita, que hasta hace poco era un dato poco conocido fuera del mundo eclesial, ha cobrado nueva relevancia tras su elección.
UNA ROSTRO HUMANO
De acuerdo con antecedentes confirmados por el Colegio San Agustín de Concepción, la visita de Fray Robert Prevost a Chile formó parte de una visita canónica a la Provincia Chilena Nuestra Señora de Gracia, instancia periódica en la que la máxima autoridad agustiniana evalúa y acompaña la vida comunitaria de sus religiosos.
En ese recorrido pastoral, visitó varios espacios emblemáticos de la orden: el Colegio San Agustín de Santiago, el Templo de San Agustín, la Parroquia Santa Rita de San Fernando, el Colegio y la Parroquia San Agustín de Concepción, y la Parroquia El Buen Pastor de San Pedro de la Paz.
En esta última, compartió directamente con el actual párroco del espacio, el padre Yuliano Viveros, quien rememora con claridad y afecto los momentos vividos junto al entonces Prior General.
RECUERDO QUE PERDURA
El padre Yuliano recuerda que conoció a Fray Robert Prevost en el año 2000, cuando ingresó formalmente a la orden. Desde ese momento, pudo reconocer en él a un líder cercano y sencillo, pero con una claridad profunda respecto a su rol de servicio.
El sacerdote explicó que Fray Robert participó activamente en al menos dos capítulos provinciales ordinarios en Chile, que son instancias de evaluación y discernimiento comunitario.
También valoró que el nuevo Pontífice haya elegido el nombre de León XIV, lo que, a su juicio, tiene resonancias significativas para la espiritualidad de su congregación.
ESTILO QUE INTERPELA
Consultado por el perfil pastoral del nuevo Papa, el padre Yuliano lo definió con tres palabras: dialogante, cercano y claro. A pesar de su formación académica en derecho canónico, aseguró que lo que más lo define es su espíritu misionero.
En este sentido, agregó que su experiencia como misionero en Perú y su trayectoria internacional le otorgan una sensibilidad global, que será muy valiosa para su pontificado.
"Yo lo imagino como el Papa de la Paz. Tiene esa templanza, ese corazón fraterno, ese modo de acercarse sin hacer ruido, pero dejando huella".