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En 2025 el beneficio ascendió en un 4,5%, lo que corresponde a $81.257 por persona, y fue depositado automáticamente junto con la pensión mensual, el pasado 2 de mayo.
Aunque el monto es recibido con gratitud, para muchos adultos mayores representa un apoyo insuficiente frente al alto costo de la vida.
Por una parte, varios angelinos agradecieron este financiamiento bajo la premisa de que "todo suma", por lo que aseguran que este dinero será utilizado, en parte, para priorizar la calefacción, ya sea a gas, leña o parafina.
Tal es el caso de Iris Cabezas, quien trabajó durante cerca de 47 años en Casa García. Para ella, este aporte "es de gran ayuda, sobre todo en este tiempo", por lo que le servirá para adquirir parafina para calefaccionar su departamento. Por ello, destaca esta iniciativa del Ejecutivo, al afirmar que existe "mucha gente que lo necesita".
Existen opiniones encontradas respecto del monto recibido, ya que para algunos, este aún no permite cubrir demasiadas necesidades básicas. Quienes comparten esta postura, argumentan que solo posibilita la planificación de gastos básicos, sin contemplar emergencias médicas o domésticas que suelen surgir en esta época.
"Me alcanza para la leña, pero nada más", afirma Haydee González, de 72 años, quien vive sola en el sector de Paillihue y recibe una pensión básica solidaria. Por ello, cuenta cada peso para llegar a fin de mes.
Como ellas, muchos destinan el beneficio a calefacción, un gasto imprescindible en hogares que no cuentan con una buena aislación térmica. Otros, priorizan la compra de medicamentos, alimentos o pagos pendientes.
Felix Romero, de 77 años, vive con su esposa en Villa Galilea. Ambos reciben pensiones mínimas.
También hay quienes utilizan el beneficio para ponerse al día con deudas pequeñas, pagar las cuentas de luz o agua o, incluso, para guardarlo para emergencias médicas. Sin embargo, el mensaje es transversal: la ayuda es bienvenida, pero claramente insuficiente.
Pese a que en 2025 cerca de 49 mil personas mayores fueron beneficiadas, no todas accedieron al bono.
Algunos adultos mayores que superan el umbral de ingresos o no cumplen con los requisitos específicos de su sistema previsional, quedaron fuera.
"A mí no me llegó porque tengo una pensión un poco más alta, pero eso no significa que me sobre el dinero", comenta Teresa, de 69 años.
"Más encima, una se enferma y tiene que gastar todo para comprar los medicamentos", concluyó.
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