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La madrugada del domingo, un incendio consumió por completo una de las sucursales de De Mi Tierra Pizzas, un lugar que -con el paso de los años- ha logrado consagrarse como un punto de encuentro familiar en la ciudad de Los Ángeles.
Se trata del local emplazado en calle Bulnes, en la ciudad de Los Ángeles. La tragedia ocurrió mientras las fundadoras del restaurante se encontraban fuera de la ciudad, tomando un breve descanso familiar.
La comunidad local, clientes y otros emprendedores han expresado su apoyo frente a esta pérdida que no solo significa un golpe económico, sino que también emocional.
El local afectado resulta ser la primera filial que Lilian Sáez y su hermana Mariela abrieron en la comuna de Los Ángeles; a punta de esfuerzo, paciencia y perseverancia, ambas lograron darle vida a un espacio que no solo ofrecía una amplia carta gastronómica a sus clientes.
Con el paso de el tiempo, se consagró como un lugar conocido por su excelente atención y por brindar un espacio a familias completas, incluidas sus mascotas.
Según relató Lilian a La Tribuna, supieron de la emergencia gracias a la alerta de un carabinero que patrullaba el sector y que, al percatarse de las llamas, dio aviso inmediato a Bomberos.
Al momento de registrado el siniestro, tanto Lilian como su hermana Marianela —fundadora del proyecto— se encontraban fuera de la ciudad, disfrutando de unos días de vacaciones en compañía de sus seres queridos. "Nunca nos tomamos vacaciones en verano porque es nuestra temporada alta. Justo decidimos salir este fin de semana, y pasó esto", comentó Lilian, aún conmovida por los hechos.
De acuerdo a la información preliminar que se maneja en torno al incendio, las llamas habrían comenzado en la casa contigua al restaurante, las cuales se propagaron rápidamente al local.
Cinco compañías y alrededor de 50 voluntarios del Cuerpo de Bomberos de Los Ángeles trabajaron en el combate y extinción del incendio; sin embargo, a pesar de los esfuerzos por parte de Bomberos, ambas estructuras fueron consumidas completamente por el fuego.
"No quedó absolutamente nada. Se cayó el techo, se perdió todo; no hay absolutamente nada que rescatar, lamentablemente", lamentó Sáez.
De Mi Tierra Pizzas no era solo un local de comida: se había transformado en un espacio muy valorado por la comunidad angelina.
Con una propuesta gastronómica artesanal, atención familiar y un ambiente acogedor, el restaurante logró fidelizar a una clientela diversa que hoy se suma al pesar por la pérdida.
De Mi Tierra Pizzas ha sido un local que ha ido adquiriendo no solo fama, sino también una relevancia emocional en la ciudad.
Al respecto, Lilian reconoció que ha sido complejo dimensionar el cariño recibido. "En este poco tiempo desde que se supo la noticia, realmente nos hemos sentido súper afortunados. La cantidad de gente entregando apoyo, buena onda, y ayuda ha sido increíble", compartió.
Uno de los aspectos más duros de asumir para las fundadoras es que este local no fue simplemente una inversión, sino un trabajo construido "con sus propias manos".
"Ese local se construyó 100% con nuestras manos. En ese momento, los recursos que tenemos ahora no estaban. Cada pared, cada palo, la pintura, cada mesa, todo se hizo con nuestras manos; entonces, cuando pasa esto, uno no se imagina el dinero quemándose, sino nuestras manos trabajando, el tiempo que pasamos ahí. Esos momentos son los que se lleva el fuego", añadió Lilian.
A pesar del duro golpe, tanto Lilian como Marianela han decidido no quedarse en el lamento. "Los lamentos poco ayudan en realidad. Ocupamos esta venita que es un bajón grande, pero también una oportunidad para renacer. Ya estamos pensando cómo construimos de nuevo", afirmó al respecto.
Tras el incendio, uno de los principales focos de preocupación ahora es el equipo de trabajo y no es de extrañar, ya que De Mi Tierra se ha caracterizado por la estrecha relación colaboradores y fundadoras.
Al respecto, "nos tenemos que reunir con ellos para conversar lo que pasó, para darles calma, para que estén tranquilos, que estamos trabajando para solucionarlo. Creo que eso es lo más importante; cuando uno trabaja con contrato, el miedo más grande es que ese contrato se termine de un día para otro", reflexionó Sáez.
Asimismo, agregó que "queremos mantener al 100% del equipo que correspondía al local de Bulnes. Ya estamos pensando en a qué lugar trasladarnos y cómo seguir adelante", añadió Lilian.
Desde la Cámara de Comercio de Los Ángeles, también hubo palabras de respaldo. Claudia Illesca, presidenta de la entidad, expresó su preocupación y solidaridad con las emprendedoras.
"Para el comercio, ésta es una lamentable noticia. De Mi Tierra ha tenido un gran crecimiento y desarrollo en Los Ángeles; las chicas han hecho un gran trabajo", afirmó Illesca.
La dirigente gremial también recordó que el esfuerzo detrás de un emprendimiento gastronómico no es solo económico, sino también emocional y familiar.
"Los emprendedores sabemos lo que hay detrás de un local: trabajo, esfuerzo, sacrificio, tiempo, y muchas veces costos familiares. Ver que eso se termina en un par de horas cuesta mucho", añadió la presidenta de la Cámara de Comercio de Los Ángeles.
Desde la organización aseguraron que ya están gestionando tomar contacto con las afectadas a fin de brindar apoyo en lo que sea necesario.
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