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Sin antecedentes previos ni síntomas en su cuerpo, a Alejandra Arias le detectaron un cáncer a principios de este año. Una hemorragia la obligó a asistir al Hospital de San Borja Arriarán en Santiago, lo que arrojó como resultado un cáncer cervicouterino con un tumor de seis centímetros en el útero, que tuvo que ser inmediatamente intervenido.
Luego del tratamiento de quimioterapia, radioterapia y branquiterapia, lamentablemente detectaron una metástasis en el pulmón, a la que además se sumó una deficiencia renal en etapa cuatro, que hoy la tiene en complicadas condiciones de salud y con problemas de ánimo. Esa situación ha repercutido también en toda su familia, además del costo que conlleva convivir con este diagnóstico.
En conversación con diario La Tribuna, Alejandra Arias comentó "que me encuentro más o menos porque estoy recién saliendo del hospital, estuve varios días internada para que los doctores pudiera regularizar mi nivel de creatinina y hemoglobina, ya que con esos antecedentes no se puede realizar la quimioterapia, porque puedo reventar en sangre y puede tener algún desenlace mortal".
Esta situación, que fue diagnosticada en marzo de este año, ha cambiado completamente su vida. Desde Nacimiento tuvo que trasladarse a vivir a Santiago para acceder a tratamientos específicos para su enfermedad, la que le ha causado pérdida de peso y anemia, complicando aún más el tratamiento que la mantiene estable.
"Antes de este diagnóstico, era una persona relativamente sana, bastante corpulenta, pesaba 87 kilos y ahora estoy en 55, cosa que la oncóloga me dijo que tampoco era muy beneficioso para el tratamiento".
A raíz de toda esta situación, los gastos por la enfermedad y la estadía de Alejandra en Santiago han sido un gran desafío para ella y su familia. Junto a su esposo Ader Aguilera y una hija de seis años, se vieron en la necesidad de mudar y cambiar su vida completamente desde Nacimiento a la capital para buscar soluciones médicas a su situación de salud.
Por lo mismo, han incurrido en gastos de salud, además del pago de arriendo y gastos comunes, más locomoción hacia el hospital y necesidades básicas como la alimentación.
Su esposo, quien no siempre puede trabajar porque debe cuidar a su hija, no alcanza a suplir todos los costes necesarios para mantenerse en la capital.
Debido a esta situación, la mejor amiga de Alejandra en Nacimiento, Andrea Parra, está organizando una lucatón. "En Nacimiento tengo una muy buena amiga, que es prácticamente mi hermana, Andrea Parra Toledo, que ha sido un pilar fundamental de este proceso y ella ha visto la necesidad de ayudarnos (...) Por eso, con su creatividad está realizando esta Lucatón y después tiene pensado hacer una rifa para seguirnos ayudando", explicó Alejandra.
Hasta el momento, aseguró que no han recibido ayuda de ningún organismo ni de Nacimiento ni de Santiago, para hacer frente a los gastos. "Nadie más (aparte de Andrea) nos ha colaborado, ninguna municipalidad ni de acá ni de allá, y nadie más. Mis padres son adultos mayores que viven de su jubilación como para que nos puedan ayudar a pagar arriendo o gastos comunes, por ejemplo", comentó.
"Jamás se me pasó por la mente que me iba a tocar pasar por esto, nunca lo imaginé, es un proceso súper fuerte porque esto acarrea que una familia entera se deprima, y siempre, a pesar que ahora estamos enfocados en el positivismo, al principio uno asimila el cáncer con la muerte. Incluso, mi hija chiquitita ha sufrido bastante, y es lo que más nos duele".
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