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Un conmovedor caso se dio a conocer cuando una madre, oriunda de Mulchén, contactó a diario La Tribuna para dar su testimonio de lo que vivió en un Centro de Menores, más conocidos como residencias, hace 10 años.

La historia se remonta al año 2011 cuando, por diversos motivos, Andrea Pinto se encontraba embarazada e internada en un hogar perteneciente al Sename en la ciudad de Los Ángeles.

En abril de 2012, desde su hogar indicaron que debían separarla de su bebé, ya que ella era menor de edad, motivo por el cual su pequeña fue trasladada hasta otro recinto del Sename situado en la comuna de Hualpén. Durante un año, Andrea visitó a su hija sin problemas cuando le daban permiso en el hogar donde ella residía.

Sin embargo, la historia comenzó a tomar giro distinto cuando, de acuerdo a su relato, un día le indicaron que no podía seguir viendo a su hija debido a una orden judicial. Aunque ella apeló al dictamen y logró ver a la niña por seis meses más, nuevamente le informaron que no podía verla por los mismos motivos advertidos.

Lo que Andrea no sabría es que esa ocasión que la última vez que la vio. Recién en 2015, ella obtuvo una respuesta sobre por qué no podía ver a su hija: el tribunal argumentó que su hija fue entregada en adopción debido a su abandono.

Aunque intentó revertir la decisión judicial afirmando que en varias ocasiones fue al hogar pero no la dejaban entra para ver a su hija, los trámites ya se habían hecho y, según comentó Andrea, finalmente era su palabra contra la palabra del hogar.

Desde entonces, Andrea no ha parado de buscar a su retoña, quien tenía un nombre y RUT que ahora ya no existen ni están en los registros: "Es como si nunca hubiese nacido", se lamentó Andrea.

Respuesta Institucional

En búsqueda de respuestas, Andrea Pinto solicitó una respuesta al ex Sename, actual Servicio Mejor Niñez acerca de lo sucedido con su pequeña hija.

La entidad, a través de una carta firmada por la directora (s) de Biobío, Virginia Alvayay, respondió que "sobre el caso particular, me permito informar a usted que la niña en referencia, fue declarada susceptible de ser adoptada, a través de un procedimiento judicial previamente establecido, conforme lo dispuesto en la Ley N°19.620 sobre Adopción de menores".

A continuación, se agrega que "se dio cumplimiento a todas las diligencias, actuaciones y plazos que ordena la normativa legal vigente, con el único propósito de hacer posible el derecho de todo niño/a, de pertenecer a una familia que lo/a proteja y le brinde los cuidados y el afecto necesario para continuar con su proceso de desarrollo integral, evitando de esta forma los efectos negativos que provoca una prolongada permanencia en instituciones".

En consecuencia, añade, "el Servicio Nacional de Menores de ese entonces (Sename), del cual este Servicio es el continuador legal, dio cumplimiento a lo resuelto judicialmente, procediendo a postular a la niña a adopción. Al respecto, puedo garantizar a usted que en su oportunidad se buscó una familia previamente seleccionada y preparada para ejercer la paternidad adoptiva, que respondiera adecuadamente a sus características y especiales necesidades".

También se pone de manifiesto que "por expresa disposición de la ley actualmente vigente en la materia, que establece la reserva de esta clase de procedimientos, no es posible entregar mayores antecedentes en relación a ningún proceso de susceptibilidad de adopción y/o adopción, ya sea que se encuentre en actual tramitación o terminado".

"Por último, es importante señalar que nuestra legislación consagra el derecho de las personas adoptadas a solicitar, una vez que alcanzan su mayoría de edad, el acceso a los antecedentes de su adopción, a fin de solicitar información referida a su familia biológica", se concluye.