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De acuerdo con la Dra. Dominique Lister, neuróloga de Clínica Universidad de los Andes, el Día mundial del sueño "es una oportunidad para promover la salud e higiene del sueño, entendiendo que aún existen grandes diferencias en la salud del sueño en poblaciones alrededor de todo el mundo. Lo que se busca es una equidad en los hábitos de sueño a nivel global y el lema de la Asociación Mundial del Sueño es ‘dormir es esencial para la salud’".
Para entender en qué consiste un buen descanso es necesario comprender qué es la higiene del sueño, en palabras de Mario Henríquez-Beltrán, investigador en el área de sueño y ritmos circadianos en el Instituto de Investigación Biomédica de Lleida en España, "la higiene del sueño son todas aquellas prácticas que podemos llevar a cabo para tener un buen dormir".
Según comenta el entrevistado, "la higiene del sueño comprende todas las actividades que se realizan durante el día. En la práctica son todas las recomendaciones para dormir bien, como por ejemplo, no consumir comida luego de las 20:00 hrs aprox, dormir menos de siete horas o dormir más de nueve horas, ya que en ambos casos existe un gran riesgo cardiovascular y posterior riesgo de muerte".
Por su parte, la Dra. Lister hace hincapié en que es necesario "establecer horarios regulares de sueño, sin hacer diferencias en los días de la semana, es decir, repetir este ciclo también durante sábado y domingo (...) Otro factor fundamental es asegurar tener un descanso continuo eliminando las cosas que pueden alterar el sueño. Lo ideal es dormir en un ambiente propicio y adecuado para el sueño".
Difundir la importancia de dormir bien es un objetivo fundamental durante este día. Sin ir más lejos, Mario Henríquez-Beltrán comenta que el sueño "tiene una relación muy potente con el sistema inmune, con la salud cardiovascular, con la salud cardiometabólica y sobre todo con la salud cognitiva. Porque mientras dormimos se produce el clearance cerebral, que no es más que un proceso de limpieza de todas estas sustancias que se produjeron en el día, como ácido láctico o proteínas. Gracias a esta limpieza se disminuye el riesgo de tener enfermedades cognitivas como demencia o Alzheimer".
A lo anterior suma que, "por lo general, los pacientes que duermen menos o que duermen más, tienen comportamientos sedentarios. Son personas que se alimentan en cualquier horario, que se saltan comidas o que pasan mucho tiempo en pantalla, retrasando los niveles normales de hormona de melatonina que se deben liberar en la noche. Estos pacientes que tienen alteraciones del sueño por lo general tienen ansiedad, depresión y cambios de humor constantemente".
Asimismo la Dra. Dominique Lister hace hincapié en otras consecuencias de preocupación: "El dormir mal trae un montón de consecuencias, voy a andar más fatigado y puedo, incluso, tener mayor riesgo de patologías como, por ejemplo, ataques cerebrovasculares, diabetes, alteraciones cardiovasculares, hipertensión pulmonar entre otras".
Antes de cerrar el investigador chileno, Mario Henríquez-Beltrán, mencionó un punto de preocupación entre los especialistas, el abuso de fármacos. Según plantea el entrevistado, "en Chile tenemos la cultura del acceso rápido al fármaco, siendo una realidad similar a la de otros países".
Lo preocupante es que "en Chile existe mucho consumo de fármaco sin receta médica, existe uso de fármaco que tiene un efecto inductor del sueño pero no son para eso, por ejemplo, los relajantes musculares o las benzodiacepinas, estas últimas en pacientes con apneas obstructivas del sueño empeoran los síntomas de eventos respiratorios. Por lo tanto, el llamado es a consultar con un profesional de la salud, priorizando tratamientos neurocognitivos por sobre los fármacos".
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