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En los últimos días hemos sido testigo de la presencia y un preocupante aumento en los casos de Dengue, una enfermedad transmitida por una especie de mosquitos no nativos de Chile y que amenaza la salud pública, generando una alarma justificada en todo el país. Esta situación no solo pone en peligro la salud de la población, sino que también pone a prueba la capacidad del sistema de salud para contener y controlar la propagación de esta enfermedad tropical.
Se trata del Dengue, un virus que se transmite principalmente a través del mosquito Aedes Aegyptis, el cual ha tenido una presencia constante en América Latina durante décadas, no obstante, en Chile su impacto ha sido históricamente limitado al territorio insular, gracias a las características geográficas que se han visto modificadas en los últimos años por factores como el cambio climático y la globalización, que han creado condiciones idóneas para la proliferación de mosquitos vectores. Presentándose como uno de los objetivos de la Salud Pública poder establecer si se trata de casos exclusivamente importados o de la instalación de dicho vector.
Es esencial que las autoridades gubernamentales y del sector salud respondan de manera rápida y coordinada, basándose tanto en la experiencia de los países vecinos, como en las fuentes de evidencia científica disponible. Existen medidas preventivas a implementar como el control de vectores, la fumigación de áreas susceptibles y el monitoreo constante de la población de mosquitos nativos y sus variaciones, aplicando esfuerzos en conjunto con entidades como el Servicio agrícola y Ganadero. A nivel individual es importante promover prácticas como el uso de repelentes y la eliminación de recipientes de agua estancada donde los mosquitos pueden depositar sus huevos.
Por otra parte, es creciente la importancia de fortalecer la capacidad de diagnóstico y tratamiento en nuestros servicios de salud. A través de la debida capacitación de nuestros profesionales de atención medica con el fin de que puedan reconocer los síntomas del Dengue y proporcionar atención oportuna. Además de ser un problema de salud pública, la presencia de esta enfermedad nos enfrenta a desafíos de equidad y justicia social. Las poblaciones más vulnerables, aquellas que viven en condiciones de pobreza y tienen un acceso limitado a servicios básicos, son las más afectadas por esta enfermedad. Por lo tanto, cualquier estrategia de prevención y control del Dengue debe abordar estas disparidades y trabajar para garantizar un acceso equitativo a la atención médica y a las medidas preventivas.
Es imperativo que abordemos las causas subyacentes del aumento del Dengue, como el cambio climático y las condiciones de urbanización con saneamiento insuficiente. Esto requerirá un enfoque integral que incluya políticas de planificación urbana sostenible, medidas de control ambiental y acciones para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Finalmente, el reciente brote de Dengue en Chile nos recuerda la importancia de fortalecer y actualizar el sistema de salud pública y adoptar medidas efectivas para prevenir y controlar esta enfermedad. Se necesita una respuesta urgente y coordinada de todas las partes interesadas, desde el gobierno y las autoridades de salud hasta la sociedad en su conjunto. Solo trabajando juntos podremos contener esta amenaza para la salud pública y proteger el bienestar de todos los chilenos.
Madison Cid F.
Enfermera
Mg. en Gestión de Salud en APS
Docente UST sede Los Ángeles
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