2016: el Año de la Productividad Agrícola

Ser productivo significa hacer más con menos. Implica aprovechar al máximo los recursos disponibles, y a nivel país significa que con los mismos recursos podemos alcanzar un mayor bienestar. Es por esto que frente al escenario nacional la Presidenta Michelle Bachelet aseguró que el 2016 será el año de la productividad.

Actualmente la actividad económica global está pasando por un proceso de desaceleración que conlleva una disminución de la demanda mundial de productos primarios, incluyendo aquellos del sector agroalimentario. Frente a esto diversas organizaciones como la FAO y la Cepal han planteado que el aumento de la productividad, la diversificación y el valor añadido son la mejor apuesta de Latinoamérica para lograr un crecimiento estable y sostenido del sector agrícola.

Por otra parte, la agricultura es extremadamente vulnerable al cambio climático y un cambio en la temperatura o régimen de lluvia aumenta las probabilidades de fracaso de las cosechas a corto plazo y de reducción de la producción a largo plazo.

En este sentido es evidente que es necesario tomar acciones con el fin de aumentar los rendimientos y la eficiencia de la producción agrícola. Capacitación de productores para que puedan aprovechar acuerdos comerciales y así fomentar las exportaciones, incorporación de nuevas tecnologías y técnicas agrícolas relacionadas al manejo del suelo, riego y control de plagas, optimización de procesos productivos y logísticos, son sólo algunas de las medidas que se pueden llevar a cabo con el fin de aumentar la productividad del sector. Esto debe estar acompañado de esfuerzos para aumentar el valor agregado de los productos agrícolas y mejorar los canales de comercialización.

Esto debe estar sustentado por la generación de políticas de fomento a la productividad y la competitividad, que promuevan la equidad y el aumento de los ingresos de los productores más necesitados y que aseguren la sostenibilidad de los recursos naturales y la adaptación de su agricultura al cambio climático. Impulsar la innovación y la creación de capacidades para facilitar la inserción en otras actividades económicas rurales son ámbitos que también requieren atención en las políticas de desarrollo.

Cuando se logre esto y la agricultura alcance un óptimo nivel de eficiencia y competitividad tal vez sea capaz de hacer repuntar la economía nacional.

Mario Rivas Peña

 Ingeniero en Biotecnología

 Fraunhofer Chile Research