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"Cada decisión diaria me llevó a la élite del fisicoculturismo": Juan Pablo Saavedra

Para alcanzar la liga ELITE PRO, el fisicoculturista y entrenador Juan Pablo Saavedra comparte cómo el enfoque en la alimentación, el descanso y la fortaleza mental son las claves de su rendimiento.

Entrevista Juan Pablo Saavedra , Diario La Tribuna
Entrevista Juan Pablo Saavedra / FUENTE: Diario La Tribuna

No fue un solo cambio, fueron muchos. Y no todos visibles. Para llegar a lo más alto del fisicoculturismo, el angelino Juan Pablo Saavedra tuvo que comenzar por lo esencial: repensar sus días, cuestionar sus rutinas y tomar el control de cada detalle que antes pasaba inadvertido. Hoy, como atleta profesional de la liga ELITE PRO, recuerda que el verdadero giro ocurrió mucho antes de cualquier título o medalla.

"Tuve que redefinir por completo mi estilo de vida", confiesa. Lo que empezó como un compromiso deportivo se transformó en una reestructuración total: horarios de sueño, alimentación, relaciones personales y momentos de ocio fueron moldeados con precisión. "Transformé mis hábitos desde lo más básico", cuenta. Esa disciplina sostenida es la que, con el tiempo, se convirtió en parte de su identidad.

El camino no fue solo físico. "Dejé atrás muchas distracciones para enfocarme al 100% en el alto rendimiento", afirma. Porque cuando el objetivo es llegar a la élite, cada decisión cuenta. El equilibrio, el orden y el foco se volvieron parte de su día a día, con la certeza de que no hay progreso sin coherencia.

Hoy su frase es tan simple como potente: "Cada decisión del día impacta en tu progreso".

ENTRENAR LA MENTE TANTO COMO EL CUERPO

En un deporte tan exigente como el fisicoculturismo, el desafío no solo está en el esfuerzo físico, sino también en la fortaleza emocional que requiere sostener una carrera de largo plazo. Juan Pablo reconoce que "la mente tiene que estar tan entrenada como el cuerpo". Esta conciencia le ha permitido navegar entre momentos de presión extrema, frustración y, por supuesto, instantes que recompensan ese sacrificio.

Para mantener el equilibrio, el deportista comenta que en los momentos más difíciles "me apoyo en mi círculo cercano, practico el autocuidado y he aprendido a hablar conmigo mismo desde la paciencia, no desde la exigencia vacía". Así, el autocuidado y la compañía de sus seres queridos se vuelven pilares fundamentales para complementar su rendimiento y el bienestar.

Cada sesión de entrenamiento es una prueba física, pero también una meditación activa. "El fisicoculturismo no es solo levantar pesas. Es un compromiso completo: desde lo que como hasta cómo me hablo a mí mismo", concluye. En su disciplina, cuerpo y mente no son mundos separados, sino un mismo sistema en constante desarrollo.

Juan Pablo y los cambios más allá del entrenamiento / Diario La Tribuna
Juan Pablo y los cambios más allá del entrenamiento Diario La Tribuna

LA REGLA DE ORO EN EL FISICOCULTURISMO

En la disciplina del fisicoculturismo, el éxito no depende solo de las horas en el gimnasio. Para Juan Pablo, la alimentación y el descanso son dos pilares fundamentales que marcan la diferencia entre el esfuerzo y el verdadero progreso. "Pasé de comer ‘limpio’ a comer estratégicamente", explica, enfatizando cómo su enfoque nutricional evolucionó de una alimentación intuitiva a una planificación meticulosa. Aprendió a calcular y periodizar cada macro y micronutriente según la fase en que se encuentra, incorporando suplementación inteligente y trabajando siempre con nutricionistas especializados. "Comer dejó de ser solo un placer o una rutina: se volvió parte de mi entrenamiento, tanto como una serie de sentadillas pesadas".

Pero la disciplina no termina en la dieta. Juan Pablo destaca que "el descanso es donde realmente crecemos." Aunque pueda entrenar perfecto y comer idealmente, sabe que sin un buen sueño y recuperación todo se estanca. Por eso, duerme un mínimo de siete a ocho horas por noche y sigue protocolos de recuperación que incluyen masajes, baños fríos, descanso activo y días planificados de descarga. "Puedo entrenar perfecto, comer ideal, pero si no duermo ni me recupero bien, todo se estanca", señala. Así, la alimentación y el descanso se entrelazan como pilares invisibles pero esenciales en su camino hacia la élite, cuidando no solo el cuerpo, sino también el equilibrio necesario para rendir al máximo.

EL TRABAJO MENTAL DEL ALTO RENDIMIENTO

Visualizar antes de lograr. Esa ha sido una de las técnicas silenciosas que ha integrado a su rutina desde los inicios. "Desde antes de competir ya me veía en tarimas grandes, en la liga profesional", comenta. No se trata de una meditación tradicional, sino de un enfoque mental deliberado, un espacio diario para respirar profundo y reafirmar su propósito. "Me he acostumbrado a proyectar mis metas y a entrenar no solo el cuerpo, sino también la cabeza", afirma, convencido de que la claridad interna es lo que ha sostenido su constancia durante más de una década.

Ese mismo enfoque lo ha mantenido en pie en los momentos más difíciles, cuando los resultados no llegan o los recursos no alcanzan. "La pasión y el compromiso conmigo mismo han sido más fuertes que cualquier obstáculo", dice. Su fortaleza emocional no se ha construido en los aplausos, sino en la adversidad. "He aprendido a trabajar en silencio, sin depender de la validación externa, confiando en el proceso. Cada caída me ha hecho más resiliente".

Y ahora, con su ingreso a la liga profesional y la responsabilidad de representar a Los Ángeles en el escenario internacional, la exigencia ha subido de nivel. "Estoy afinando cada detalle", señala. Esto incluye desde entrenamientos más específicos, revisiones médicas y apoyo multidisciplinario, hasta una nueva prioridad: el descanso mental. "A este nivel, el estrés también puede sabotear el rendimiento. No se trata solo de hacer más, sino de hacer mejor, con inteligencia y precisión".

Disciplina, planificación y entrenemiento / Diario La Tribuna
Disciplina, planificación y entrenemiento Diario La Tribuna

MÁS QUE UN HOBBY

Juan Pablo Saavedra define estos años como "una transformación total", que va mucho más allá del cambio físico. Para él, el verdadero giro ocurrió cuando se dio cuenta de que el fisicoculturismo "no era solo algo que me gustaba, sino algo que me construía como persona".

Al finalizar la entrevista, no dudó en afirmar que "el punto de inflexión fue mi primera competencia: entendí que esto no era un hobby, era mi vocación. Desde ahí, todo lo demás ha sido consecuencia de tomarme el fisicoculturismo como una misión de vida".




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