Cada 20 de enero, miles de feligreses concurren a la comuna de Yumbel para venerar a San Sebastián y este año no fue la excepción.
La historia cuenta que San Sebastián fue un solado romano que se negó a dejar de profesar su fe y fue torturado con flechas; sin embargo, no murió producto de ello sino que en un acto posterior.
La fama de San Sebastián nace de la creencia popular que sostiene que si se le pide algo al santo, este nos avalaría ante Dios y nos concedería el favor.
Según dicen es tan cumplidor que sus fieles concurren cada 20 de enero y 20 de marzo a pagar por el favor concedido.
Fotografías: Alberto Zúñiga.