Bingo en beneficio de los abuelitos del hogar Don Orione fue todo un éxito

El pasado sábado, se llevó a cabo el ya tradicional, bingo anual del Hogar de Ancianos Don Orione de Los Ángeles, en beneficio de tantas abuelitas y abuelitos que dependen -en gran parte- de la solidaridad de las buenas personas que anónimamente los apoyan.

Una gran cantidad de público, participó en la actividad, la que resultó ser un gran éxito, gracias al aporte de muchos benefactores que se dieron su tiempo para programar, y llevar adelante esta hermosa acción, la que junto con ayudar, invitó a compartir como familia y con otras personas, en un mundo tan acelerado, en el que, hace bien hacer un alto, jugar, divertirse y al mismo tiempo ayudar.

El director de la institución, Hermano Juan Daza, recalcó las palabras de su fundador, Don Orione, quien da al pobre, a Dios le da y de él recibirá su recompensa. Y qué bueno que a través del compartir podamos ayudar, y tener la certeza que Dios no nos dejará sin recompensa, pues lo hayas hecho por tu hermano más pequeño, por mí lo has hecho dice Jesús.

Además, el hermano Juan, enfatizó su agradecimiento a todos quienes participaron, y de manera especial, a la comunidad del Verbo Divino, al padre Sergio que gentilmente accedió a facilitarles el gimnasio del dicho establecimiento educacional, para realizar este bingo solidario. A sus colaboradores, que siempre están atentos a las necesidades que el hogar tiene, al personal de trato directo, todos quienes entienden que los ancianos son parte ya de su familia. ¡Qué bueno sentir tanto apoyo!

Pido a Dios que bendiga a todos, y a cada uno de los que participamos, a María Santísima, que como madre, cuide a todas nuestras familias y a Don Orione, nos siga animando a servir con agrado y sinceridad, con entusiasmo y dedicación, porque hoy son los ancianos que esperan, no sólo un aporte económico, sino sobre todo que los visiten, destacó el director de la institución.

Finalmente, invitó a toda la comunidad a conocer el Hogar, que es parte de la comuna, y donde residen ancianos que, a veces, no son visitados por sus familiares, y necesitan alguien que escuche sus historias, anécdotas y que los traten con afecto y según su dignidad.

Queridos amigos, podemos decir que hemos cumplido una tarea más, aquel bingo soñado, ya es realidad, gracias por el apoyo recibido, felicitaciones a todos los que han dado algo de sí, para ayudar y lograr que todo resultara bien. Pero no se olviden aún nos queda mucho camino que recorrer para lograr que nuestros ancianos vivan una vida siempre más digna, estén siempre mejor y que el hogar, sea verdaderamente un lugar en el que sientan el cariño y la gratitud de toda una sociedad que reconoce en ellos, nuestra propia historia, en la que fundamentaremos el futuro de una patria siempre más solidaria y atenta con quienes más lo necesitan, concluyó el hermano Juan.