Implementan nuevo tratamiento contra las úlceras varicosas en Cesfam angelino

por Nicolás C. Muñoz Díaz 20 Julio 2022

Como piloto, la iniciativa se encuentra vigente desde fines de 2018 en el establecimiento, a la espera de convertirse en una prestación definitiva dentro de la canasta que entrega la atención primaria de salud.

2 ulcera varicosa / Fotografía cedida.

Un cambio radical en la calidad de vida de unos 50 pacientes ha significado la implementación, en el Cesfam Nuevo Horizonte, de un novedoso y efectivo tratamiento para las úlceras varicosas a través de un sistema compresivo.

Sandra Rodríguez, enfermera y jefa de unidades clínicas de este recinto, explicó que las úlceras varicosas o venosas afectan a casi 40 mil personas en Chile, hombres y mujeres, desde los 40 años en adelante. En general, son usuarios con factores hereditarios y patologías crónicas cardiovasculares. Las heridas les provocan secreción, mal olor y una mala calidad de vida, durante años, pero gracias a este procedimiento logran cicatrizar en pocos meses.

La úlcera varicosa es una herida, es una lesión, que tiene más de un mes de evolución y se produce, principalmente, por una falla, una alteración del sistema venoso profundo en las extremidades inferiores que puede ser por diferentes causas; a veces es, por ejemplo, por el tabaco, o a veces por condiciones genéticas. Estas úlceras, habitualmente, la gente las tiene por muchos años; hemos tenido pacientes que han tenido úlceras por más de diez años, puntualizó.

ASOMBROSA RECUPERACIÓN

Florentino Valdebenito, de 64 años, vive a unas cuadras del Cesfam, y, durante más de 20 años, padece por esta situación. En julio de 2021 fue derivado al proyecto, tras ser atendido infructuosamente en varios lugares. Recuerda que se presentó con muletas, ya que una gran llaga en una de sus piernas le impedía, incluso, caminar. No tenía vida social, le daba vergüenza salir a la calle y temió que el futuro sería peor. Hoy se desplaza normalmente, sin ayuda, y con una gran sonrisa en su rostro.

Me han atendido súper bien y por lo mismo estoy muy agradecido (...) Así como llegué, no, olvídese, yo llegué apuntalado y ahora salgo bailando. Entonces todas esas cosas uno las aprecia, expresó.

Javiera Reyes, enfermera a cargo de sus curaciones y de esta iniciativa, detalló que Florentino llegó con una úlcera de 15 x 25 centímetros y con abundante exudado, la cual se redujo a una herida granulatoria de 5 centímetros de diámetro, hoy en su etapa final previa a la cicatrización. En ese sentido, sostuvo que el tratamiento en sí constituye el 30% del proceso, ya que asistir a las curaciones -3 veces por semana, en promedio- y el autocuidado y el apoyo familiar para seguir todas las indicaciones, son lo realmente fundamental para el éxito definitivo.

Llegó con una herida de 15 x 25 centímetros que, en la clasificación de úlceras venosas, es una úlcera venosa tipo 4, es decir, la máxima clasificación. Por su tamaño, incluso, nosotros podríamos haber pensado que su tratamiento era netamente hospitalario, de CDT, pero llegó con harta esperanza -también con pesar porque lo habían derivado- y tomamos el caso. Sin pensar, también, como un desafío de hecho porque una curación tan grande es un desafío para nosotras, por los recursos que tenemos, explicó.

Finalmente, se detalló que el tratamiento es de costo elevado, pero a la larga rentable, ya que en un importante porcentaje la persona mejora, en un tiempo acotado. Parte con la instalación de una bota de unna, rígida; y sigue con la colocación de una doble capa, que se mantiene hasta reducir el tamaño de la úlcera. Tras ello se aplica una compresión de media doble, que implica una presión de 40 mmHg y, finalmente, cuando la herida cierra, el paciente se va a casa con un sistema de media que le aporta 20 mmHG, que es lo normal. Incluye un año de monitoreo tras la cicatrización, más la entrega de la media y de los aceites lubricantes.