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La Tribuna

La inexplorada ruta del vino en la provincia de Biobío

por Leyla Bascur

Una sentida necesidad de desarrollo provincial respecto al tema vitivinícola es la que se visualiza durante la investigación del tema. Existen casos exitosos aunque los procesos aún están en pañales.

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El delicioso líquido rojo proveniente de la uva, el vino, que está volviendo loco a los europeos tiene las cepas más delicadas en la provincia de Biobío Malbec.

Sin embargo, al parecer aún no cuenta con el desarrollo suficiente para lograr ser un pilar económico importante en Biobío.

El trabajo más intenso lo realiza el Instituto de Desarrollo Agropecuario (Indap) provincial desde donde se hace capacitación y se acciona el trabajo colaborativo entre los emprendedores. Así lo comentó Daniela Figueroa, profesional a cargo del área vitivinícola, quien entregó la información de lo avanzado en las comunas de San Rosendo y Yumbel.

Según la profesional los habitantes de San Rosendo lograron rescatar pequeñas superficies de la cepa centenaria Malbec, ya que muchas de esas tierras fueron redestinadas a las plantaciones forestales.

En la comuna ferroviaria, Figueroa destacó dos viñateros que responden a un desarrollo importante en el tema de su producto.

SAN ROSENDO

El primero de ellos corresponde a la Viña San Roke, una empresa familiar dedicada a la producción de uvas Malbec, Carignan, País y Moscatel de Alejandría, y elaboración de vinos artesanales.

Cuenta con las vides de Malbec más antiguas de Chile, con data de más de 150 años, únicas en el país, viñas de secano de tierras arcillosas.

San Roke cuenta con infraestructura que también le permite realizar tour de enoturismo, lo que le da un valor agregado al producto.

Asimismo en la comuna de San Rosendo Tierra Firme, quienes no embotellan su producto sino más bien venden vino a granel y también uva, que el año pasado por ejemplo se llegó a comercializar a casi tres mil pesos el kilo y que es comprada por grandes empresas como Santa Carolina y Ventisquero.

También tienen la cepa “burdeo” como era antiguamente conocida la variedad Malbec y la cepa país.

Héctor Espinoza, dueño de la viña explicó que ellos sólo están embotellando vino para ir a algunas ferias.

“Por ahora sólo recibimos turistas en lo que se llama enoturismo y principalmente nos visitan personas para comprar nuestro producto”.

Manifestó que quiere participar de un nodo llamado Valle del Biobío que está cargo, entre otras instituciones de la Universidad Santa María, pero que eso será cuando embotellen su vino.

Realizan un vino tradicional, con procesos ancestrales que han incorporado muy poca tecnología con el objetivo de continuar con la tradición de la guarda en barrica de madera y la cosecha a través de la vendimia.

YUMBEL

En la comuna Santuario, se ha intensificado el trabajo alrededor de 35 viñateros ya que se están constituyendo como una cooperativa en el sector de río Claro.

Figueroa comenta que dentro de los pequeños empresarios del vino, existe uno que sobresale ya que produce un vino embotellado y se ubica en el Cerro Parra en río Claro.

Además ambas viñas San Roke y Tierra Firme, prestan servicios en una de las nuevas atracciones turísticas de la provincia “el Tren Corto-Laja”.

BIOBÍO INDÓMITO

El portal web “biobío indómito” es un operador turístico que abarca diversas rutas de entretención entre las comunas de Nacimiento, Negrete, Laja y Los Ángeles, en las que aparecen los vinos centenarios. Allí se pueden ver dos viñas Almendras y Cavas del Biobío.

Las Almendras es una viña ubicada en Laja y, corresponde a una empresa familiar y es una cepa ancestral de más de 200 años con el que producen vinos y licores, y un complejo turístico rural (en desarrollo) para mantener la gastronomía local y actividades como por ejemplo contacto directo con animales de granja, decoración y alimentación natural.

La segunda viña es Cavas Laderas del Bío Bío y se describe como una empresa familiar que produce vinos, sangrías y espumantes con cepajes del Gran Valle del Biobío con vides de más de 150 años de antigüedad.

Igualmente, realizan actividades de enoturismo rescatan las tradiciones de los pequeños productores locales del campo chileno combinadas con actividades outdoor como cabalgatas, paseos en bote y kayak.

Conversamos con Carlos Cifuentes su creador, quien es agrónomo, y profesional de Indap que confirmó el trabajo que se realiza al respecto.

“Mi pequeño emprendimiento, de vinos está asociado a servicios lo que le da mayor valor turístico a los visitantes a la zona”.

Cifuentes comentó que “todo el trabajo en torno al vino aún está en pañales, porque los recursos para el desarrollo del vino en Biobío se destinaron a Itata por su capacidad turística, lo que nos dejó atrás”.

A pesar de esto, y por ser una alternativa mucho más organizada y respaldada por profesionales, trabajan con el Hotel Four Points en Los Ángeles.

“El gerente del hotel Mario Sotillo, entrega nuestro contacto principalmente a turistas internacionales que quieren realizar un tour por el día”.

El emprendedor comentó que muchas más cosas se pueden lograr a través de este tipo de iniciativas que asocian productos y servicios en una cadena lógica, profesional y ordenada para que el turista que llegue a Biobío disfrute lo mejor de este valle.

Asimismo, Carlos Cifuentes hizo un llamado a las universidades que tienen casa de estudios en Los Ángeles.

“La Universidad Santo Tomás e Inacap ambas con carreras afines al rubro vitivinícola, no entregan aporte sobre el tema del vino en el sector. Por ejemplo, la Universidad de Concepción sede Chillán hacen un gran trabajo en este rubro, aportando investigación y conocimiento a los emprendedores del vino”, sentenció.

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