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Ventajas y peligros de trabajar de noche en Los Ángeles

por Juan Pablo Vergara

En un recorrido nocturno por la capital provincial, Diario La Tribuna recogió testimonios de personas que deben sacrificar el descanso por trabajo, en un horario en que la mayoría duerme y otros se divierten.

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Mientras la mayoría duerme y algunos se divierten, durante la noche hay mucha gente que trabaja. Una realidad para algunos desconocida y para otros no tanto. Edificios, hospitales, terminales de buses, centros nocturnos, pubs, farmacias de turno, entre otros lugares, requieren personal las 24 horas del día para poder funcionar.

En un recorrido nocturno por Los Ángeles conocimos parte de las historias de esfuerzo y sacrificio que hay detrás de quienes por opción o necesidad decidieron desarrollar una actividad remunerada de noche en algún punto de la capital provincial.

Son cuatro los testimonios recogidos correspondiendo en el mismo orden a un vendedor en una estación de servicio, un taxista, un empresario nocturno, un conserje y un técnico electricista.

“SUEÑO CON MI CASA PROPIA”

Es el caso de Claudio Navarrete de 19 años, quien sueña tener su casa propia algún día. Para ello es que desde hace 8 meses se encuentra trabajando en un local de una céntrica estación de servicios ubicada en la avenida Ricardo Vicuña.

En ese lugar cumple funciones de servicio al cliente y, por lo general, ingresa a su trabajo a las 23:00 horas y se retira a las 7 de la mañana.

“La ventaja de este trabajo es el tiempo libre que te queda durante el día, pero a la vez es más riesgoso; se corren peligros al trabajar de noche”, aseveró.

Por fortuna, dijo, no le ha tocado vivir alguna situación complicada. “Aparte de que se metan a sacar productos de la tienda, no me ha tocado que me amenacen o asalten”, contó.

Respecto a su horario aclaró que no se trata de una opción, sino que “es lo que fija el jefe”, admitió. “Yo quería trabajar para comenzar a ahorrar, porque mi meta es tener una casa propia”, confesó, manifestando que por el momento su trabajo le gusta.

DURANTE 24 AÑOS AL VOLANTE DE NOCHE

Durante 24 años José Andrade ha trabajado de noche como taxista, últimamente de forma independiente, manifestó con orgullo, ya que es dueño de su vehículo. Anteriormente lo hacía para empresas.

En su caso, destacó que lo positivo de su trabajo, “es que ya tengo mi clientela formada, y las desventajas son muy pocas, porque no me preocupo del resto de los colegas, porque cada cual tiene que luchar por su propio bienestar”, afirmó.

De todos modos advirtió riesgos asociados a su actividad. “Yo trabajo con mi clientela y no subo a nadie en estado de ebriedad, porque son los que crean los problemas. Es uno quien tiene que cuidarse de terceras personas, uno lleva tantos años en Los Ángeles que ya conoce a toda la gente buena y mala”, expresó.

Sobre su rutina detalló que su labor comienza a las 19:30 horas y se extiende a más tardar hasta las 6 y media de la mañana, de lunes a sábado. “Después me voy para la casa y duermo hasta como las 12 del día”, reveló.

PIONERO EN LA ENTRETENCIÓN NOCTURNA

Durante 17 años Arturo Jofré ha incursionado en el negocio de la entretención nocturna para adultos. Al preguntarle sobre su trabajo se jacta de haber sido pionero en la instalación de este tipo de locales en el centro de Los Ángeles, los cuales van enfocados principalmente a un público masculino.

Actualmente funciona con uno en el paseo Ronald Ramm, el cual abre sus puertas a eso de las 10 de la noche y las cierra “hasta el horario que nos permite la ley, aunque a veces nos vamos más temprano”, contó el empresario.

 “Somos un centro de entretención apuntado al adulto joven, especialmente al hombre soltero. Fuimos pioneros en esto, después este paseo se llenó de este tipo de locales, los cuales fueron desapareciendo, y nosotros fuimos quedando”, comentó.

En cuanto a las dificultades propias de su trabajo partió recordando que “antiguamente todo era mucho más tranquilo, ahora andan muchas personas deambulando, gente drogada, por lo mismo, nosotros trabajamos con la puerta cerrada para darle un buen servicio al cliente”, destacó.

“Después de aquí uno se va a dormir, trato de descansar lo más posible, pese a que uno ya tiene el reloj biológico cambiado, y si hay alguna diligencia que hacer hago el esfuerzo y la realizó temprano, luego duermo y ya retomo mi vida a la hora de almuerzo”, describió en relación a su rutina diaria.

“LA GENTE EN CONDICIÓN DE CALLE ES LA QUE MOLESTA”

Miguel Hernández lleva 2 años y medio trabajando como conserje en Los Ángeles. Actualmente lo hace en el edificio Pedro de Córdoba y Figueroa ubicado en calle Colo Colo, entre Valdivia y Colón.

Sobre los peligros que tiene su trabajo remarca que todo depende del lugar donde se realice.

“La gente en condición de calle es la que molesta, porque a ellos no les interesa nada, viven solamente y eso es lo que complica. A veces quieren entrar al edificio o molestan por cualquier cosa. En la noche se ve de todo”, puntualizó.

Pese a ello, igual destaca que se trata de un trabajo tranquilo, “pero si estoy en un lugar peligroso, de positivo no tiene nada, porque uno va a estar toda la noche arriesgando. Uno en este trabajo no sabe si le va a pasar o no algo”, remarcó.

“En lo personal hay más desventajas, porque en la vida familiar uno pierde. Uno llega a dormir y después en la tarde está pensando en el turno de nuevo. Además, se pierden fines de semana, todas las fechas importantes por lo general se pierden”, concluyó.

INCENTIVO ESPECIAL PARA TRABAJAR DE NOCHE

Hay trabajos nocturnos que si bien demandan un esfuerzo especial, así también es la recompensa recibida. Es el caso de Richard Zúñiga, técnico electricista, quien hace 10 años realiza turnos de noche en la planta de celulosa de Santa Fe.

Contó que su labor es considerada trabajo pesado, por ende, la empresa en la cual se desempeña paga de manera adicional las horas trabajadas de noche.

“Nosotros trabajamos en el área de Mantención, lo hacemos al llamado, así que puede que haya noches que trabajemos de corrido como también hay otras que pasan más tranquilas”, describió.

El ingreso al trabajo ocurre, por lo general, a la medianoche en punto y finaliza a las 08:00 de la mañana. Tras eso, Richard marcha a casa cada mañana a dormir cerca de 6 horas, según detalló.

En cuanto a los riesgos en su trabajo explicó que estos van asociados a la posibilidad de sufrir un accidente, aunque destacó que en su empresa, están a disposición de cada trabajador todas las medidas de seguridad tendientes a minimizar al máximo la posibilidad de que ocurran situaciones que pongan en peligro la integridad de las personas.

Y si bien reconoció que su trabajo muchas veces tiene un costo familiar alto, al tener que ausentarse en varias oportunidades de fechas importantes, los incentivos de los que dispone la compañía hacen que este tipo de situaciones queden rápidamente en el olvido.

“Hay 4 feriados del año en que a uno lo compensan: el 1 de enero, el 1 de mayo, el 18 de septiembre y el 25 de diciembre. Si trabajamos esos días nos pagan un bono especial. Además, una vez al año nos pagan todos los feriados trabajados”, concluyó.

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