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La Tribuna

Cuando las idas al baño dominan el día (y la noche)

por Alejandra Sánchez

Jane E. Brody / © 2016 New York Times News Service

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NUEVA YORK _ Solo lamento una cosa por no haber nacido hombre, y se refiere al sistema de cañería, es decir lo fácil que es para los hombres eliminar los desechos líquidos, ya sea evitando las largas filas en el baño o pudiendo orinar discretamente cuando no hay una instalación disponible. Mi envidia hacia los varones creció después de que contraje una erupción por hiedra venenosa en partes no mencionables cuando me llamó la naturaleza durante una excursión por el bosque.

Orinar ha sido desde hace tiempo un problema fastidioso para las mujeres. En un reciente cuestionario en internet hecho a 1,666 mujeres mayores de 18 años que viven en los 50 estados de Estados Unidos (realizado por Astellas Pharma U.S., que produce medicamentos para el control de la vejiga), 87 por ciento admitió haber orinado en otro lugar diferente a un baño, y más de la mitad dijo que había usado un baño de hombres cuando la fila del de mujeres estaba demasiado larga.

Otra táctica con la cual puedo identificarme: 46 por ciento de las entrevistadas dijo que había comprado algo en una tienda o restaurante, y 25 por ciento se había hecho pasado como huésped de un hotel o comensal de un restaurante, para tener acceso a un baño.

Ahora imagine el grado de aflicción entre los aproximadamente 51 millones de adultos en Estados Unidos con una vejiga hiperactiva, que enfrentan frecuentes y repentinos episodios de urgencia de orinar, o que tienen incontinencia urinaria y no pueden retrasar el orinar cuando sienten la necesidad de hacerlo.

Aquellos con una vejiga hiperactiva regularmente deben orinar ocho o más veces al día, a menudo despertando dos o más veces en la noche para usar el baño. (Sin embargo, otros se ven afectados por la incontinencia por estrés; se les escapa la orina involuntariamente cuando tosen, estornudan, se ríen o se esfuerzan físicamente.)

Por supuesto, las mujeres no son las únicas con preocupaciones urinarias. Los hombres son susceptibles a muchos de los mismos padecimientos que incrementan el riesgo de una mujer de problemas de vejiga, y los hombres mayores que desarrollan un crecimiento de la próstata (60 por ciento de los hombres de más de 60 años, y aumenta a 90 por ciento para los 80 años) están especialmente en riesgo de urgencia e incontinencia urinaria.

Aunque los síntomas de la vejiga hiperactiva y la incontinencia urinaria sean perturbadores, la doctora Ekene Enemchukwu, uróloga del Centro Médico de la Universidad de Stanford, me dijo que, en promedio, los hombres esperan cuatro años y las mujeres esperan seis años y medio antes de consultar a un médico sobre las dificultades para llegar al baño a tiempo.

Aunque el problema es más común entre los adultos mayores, expertos como Enemchukwu dicen que no es una parte normal del envejecimiento. Más bien, los padecimientos que tienden a desarrollarse tarde en la vida, incluidos la artritis, la demencia y el mal de Parkinson, y los medicamentos tomados para trastornos como la hipertensión, pueden hacer más difícil controlar la urgencia de orinar.

Bajo circunstancias normales, cuando la vejiga se llena, las señales nerviosas enviadas al cerebro gradualmente alertan a la persona de la necesidad de orinar y típicamente le dan suficiente tiempo para encontrar una instalación adecuada antes de que los músculos de la vejiga se contraigan para liberar la orina almacenada.

En ocasiones, sin embargo, los músculos de la vejiga de una persona empiezan a contraerse involuntariamente y crean una necesidad urgente de orinar. Esto puede suceder aun cuando la vejiga no esté llena, por ejemplo, cuando la vejiga está irritada por un consumo excesivo de cafeína o alcohol o comprimida por las heces acumuladas cuando una persona está estreñida.

En los hombres, la uretra, el tubo que transporta la orina desde la vejiga, pasa a través de la glándula prostática que tiene forma de dona y puede ser apretada cuando la glándula se agranda. Esto puede causar que la pared de la vejiga se engrose, volviéndola hiperactiva, o disminuir la eficiencia de las contracciones, impidiendo que se vacíe por completo y cause la necesidad de orinar más frecuentemente, dijo Enemchukwu.

En las mujeres, el prolapso del órgano pélvico pudiera evitar que se vacíe por completo la vejiga cuando los músculos que sostienen la vejiga en su lugar se debilitan al dar a luz o tras una cirugía.

Aun cuando no esté presente un trastorno subyacente, el riesgo de desarrollar una vejiga hiperactiva aumenta con la edad por razones que la ciencia médica aún tiene que determinar, dijo Enemchukwu. Sin embargo, añadió, solo porque uno esté envejeciendo o su madre tenga el mismo problema no significa que tenga que aceptarlo. Hay una veintena de remedios que disminuyen el riesgo y a menudo lo eliminan por completo.

La Asociación Estadounidense de Urología dice que el tratamiento efectivo debería empezar con una evaluación completa para ayudar a determinar la naturaleza exacta del problema y los factores que contribuyen a él. Antes de consultar a un médico, la Clínica Mayo recomienda llevar un diario de la vejiga por algunos días, “registrando cuándo, cuánto y qué tipos de líquidos consume, cuándo orina, si siente urgencia de orinar, y si experimenta incontinencia”.

Además, haga una lista de los medicamentos y suplementos que toma y esté preparado para relacionar cualquier padecimiento médico subyacente, como diabetes, y anteriores cirugías pélvicas.

Las posibles pruebas incluyen medir la cantidad de velocidad de vaciado y la presión en y alrededor de la vejiga conforme se llena. Si el médico sospecha de un vaciado incompleto de la vejiga, puede realizarse un examen de ultrasonido para medir la orina residual después de que usted va a orinar.

Cualquiera que sea la causa, es mejor empezar con remedios conductuales, dicen expertos. El fortalecimiento de los músculos pélvicos haciendo regularmente ejercicios de Kegel, los cuales podrían beneficiar a hombres y mujeres, pueden reducir la contracción involuntaria de los músculos de la vejiga, aunque puede tomar hasta dos meses notar el beneficio. Si usted es obeso y tiene incontinencia por estrés, perder peso podría eliminar este problema.

Cuándo, qué y cuánto bebe es de gran importancia. Evite la cafeína, el alcohol y los endulzantes artificiales, que pueden ser irritantes de la vejiga. Consuma más líquidos más temprano en el día, beba poco en la noche para reducir la necesidad de orinar por las noches. Si el vaciado incompleto de la vejiga pudiera ser una causa, trate de orinar dos veces: espere unos minutos después de orinar, luego inténtelo de nuevo para vaciar su vejiga.

Muchos encuentran útil orinar con un horario en vez de esperar a una urgencia irreprimible. Por ejemplo, pudiera orinar cada dos o cuatro horas en el mismo horario cada día. También pudiera tratar de extender gradualmente el tiempo entre una ida a orinar y otra para incrementar la capacidad de su vejiga y su habilidad para controlar la urgencia.

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