El pasado sábado 2 de abril, la vida de Miguel Burgos dio un vuelco inesperado. Al regresar de su turno, encontró solo las cenizas del hogar que compartía con sus padres. En el sitio ubicado en el pasaje Marta Brunet de Villa Los Escritores sólo había escombros y desolación.
La situación de Miguel puso en acción a la empresa Demarco, en donde trabaja, que a través de su servicio de bienestar está gestionando recursos económicos para ir en ayuda del trabajador. También se destinó equipos para limpiar el terreno donde estaba emplazada la vivienda y retirar lo antes posible los escombros.
Por su parte, el municipio también lo orientará para que pueda acceder a diversos beneficios que le permitan ponerse nuevamente de pie.
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El administrador del contrato de la empresa Demarco en Los Ángeles, Pablo Ormeño, enfatizó la importancia de manifestar el apoyo a los colaboradores en circunstancias que lo necesiten. Nadie está preparado para enfrentar una tragedia como ésta. Lo fundamental es que el trabajador no se sienta solo y pueda contar con ayuda sincera a la cual recurrir