El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, firmó este lunes un decreto de "conmoción exterior", figura contemplada en la Constitución de ese país, que otorga mayores atribuciones al Ejecutivo en medio de lo que su Gobierno califica como "amenazas de intervención militar" por parte de Estados Unidos.
La medida, de aplicación inmediata y con vigencia inicial de 90 días prorrogables, faculta a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana para tomar control de servicios públicos, industrias estratégicas y cerrar las fronteras del país.
En la sesión del Consejo de la Nación, la vicepresidenta Delcy Rodríguez explicó que el decreto busca entregar "plenas facultades al presidente para desplegar a las fuerzas de seguridad y garantizar la defensa integral de la nación", según consignó el diario El País. La disposición también habilita la movilización de los más de 4,5 millones de milicianos que, según el chavismo, se encuentran bajo mando gubernamental.
Rodríguez advirtió que "no se permitirá que actores internos o externos promuevan ni respalden una eventual agresión contra Venezuela".
Durante la ceremonia oficial, Maduro llamó a la unidad frente a lo que consideró una amenaza directa:
El mandatario enfatizó que Venezuela "jamás será humillada por ningún imperio" y aseguró que el pueblo "se está preparando y uniendo con las bendiciones de Dios por delante".
Finalmente, lanzó una advertencia a la comunidad internacional al señalar que cualquier ofensiva militar de Estados Unidos podría desencadenar "una guerra de proporciones continentales".