Este miércoles, la Cámara de Diputadas y Diputados someterá a votación el proyecto que propone poner término al Crédito con Aval del Estado (CAE) y avanzar hacia un nuevo modelo de financiamiento para la educación superior: el Fondo de Financiamiento Público para la Educación Superior, o simplemente FES.
La iniciativa, impulsada por el Ejecutivo, incluye dos pilares fundamentales: un esquema de condonación de deudas educativas —que abarca también al Fondo Solidario y los créditos Corfo— y la creación del FES, que busca garantizar el acceso sin recurrir a préstamos bancarios.
FES: el nuevo modelo de financiamiento
El FES, según detalló el Ministerio de Educación, no generará deudas para los estudiantes, eliminando así el rol de los bancos, los intereses y la necesidad de contar con avales. Cubre el arancel y la matrícula durante la duración formal de la carrera y un año adicional, permitiendo además un cambio de carrera.
El beneficio estará disponible para estudiantes pertenecientes hasta el noveno decil de ingresos, sin exigir puntajes PAES ni acreditación socioeconómica. A cambio, quienes utilicen el FES deberán retribuir el beneficio una vez insertos en el mercado laboral. Aquellos con ingresos inferiores o iguales a 7,5 UTM ($514.852) estarán exentos de pago. Quienes superen ese umbral deberán aportar el 8% de su ingreso mensual por un máximo de 20 años, con un periodo de gracia de 12 meses desde el egreso o abandono académico.
Condonación de deudas: tres modalidades
El proyecto también contempla un mecanismo de condonación para quienes poseen deudas estudiantiles vigentes. Se proponen tres vías:
Para quienes están al día en sus pagos, la propuesta incluye un beneficio tributario: rebaja del Impuesto Global Complementario o de Segunda Categoría de 4 UF anuales para egresados y 6 UF para quienes no concluyeron sus estudios, por un periodo de hasta 20 años.
Debate anticipa jornada compleja
La discusión legislativa no estará exenta de tensión. La Sala deberá votar primero la idea de legislar, antes de que el proyecto avance al Senado. Sin embargo, las diferencias entre las comisiones de Educación y Hacienda —que aprobaron y rechazaron distintos artículos— ya anticipan una jornada compleja.
Desde la oposición han manifestado su rechazo a gran parte del proyecto, señalando que "afecta la autonomía universitaria", impone "cargas excesivas a la clase media" y compromete las finanzas públicas sin suficiente claridad.
El oficialismo, en tanto, busca evitar una repetición del caso de la reforma de pensiones, que fue enviada al Senado con escaso contenido legislativo.
De aprobarse la idea de legislar, el proyecto continuará su tramitación en la Cámara Alta, donde se anticipa un debate igualmente intenso.
