A través de una declaración pública, el fundador de la cuestionada Fundación ProCultura, Alberto Larraín, descartó tajantemente haber utilizado dicha organización para financiar campañas políticas, especialmente la del actual presidente Gabriel Boric, como se ha sugerido en medio de una investigación en curso por parte del Ministerio Público.
"No hubo financiamiento político desde ProCultura", aseguró Larraín en un comunicado. En él, el psiquiatra y exdirector de la fundación defendió el trabajo de la entidad, señalando que nunca se transfirieron recursos a la campaña presidencial de Boric ni a ninguna otra candidatura.
Según argumentó, la fundación —que operó durante 14 años en distintas regiones del país y que llegó a tener decenas de trabajadores— no tuvo nunca un alineamiento político. "Por el contrario, tenía la convicción de que el trabajo con las distintas sensibilidades era fundamental para actuar en zonas vulnerables", expresó.
Larraín también apuntó a que varios de los proyectos que hoy están bajo la lupa judicial se gestaron bajo la administración del expresidente Sebastián Piñera, incluyendo convenios con el Ministerio de Vivienda y Urbanismo y la iniciativa de recuperación de fachadas en Antofagasta.
Uno de los cuestionamientos que más ha generado controversia es el traspaso de dinero a Sebastián Balbontín, pareja de Larraín y candidato a alcalde por Limache de Revolución Democrática. Sobre eso, aclaró: "Las transferencias no provinieron de ProCultura, sino de mi cuenta personal, consistentes en gastos cotidianos y domésticos".